Hoy ha sido un día flojo. O sea, yo he estado un tanto floja, aunque me levanté a las 7,00 hrs. Ducha, arreglo final de mi equipaje, desayuno y arrivederci Punta del Este. El bus al que me subí, de un solo piso, era nuevo, así que la jornada empezaba con un buen augurio. Se detuvo algunas veces a buscar pasajeros, pero muy pocas Venía directo a Montevideo. Casi se me cae el pelo de la sorpresa cuando el asistente anuncia a viva voz "¡Aeropuerto de Carrasco!". Es decir, había locomoción directa de P. del E. hacia el aeropuerto y yo en Babia. No se me "descurrió" averiguarlo,😂. Me hubiera enterado a tiempo habría tenido la opción de quedarme un día junto a la crème de la crème y capaz que se me hubiera pegado algo de lo vip. Pero habría perdido la posibilidad de alojar en este hotel que nada tiene que envidiarle al Villa el Río, al menos en la calidad y servicio de habitaciones. Obvio que no hay Río Calle-Calle a la vista ni nada que se parezca a aquello. Ya les cuento.
Llegué a las 11 horas a Montevideo. Con tranquilidad ya de usuario frecuente (era la cuarta vez que estaba en el Terminal y Mall Tres Cruces), usé los servicios, me conecté a Internet y compré mi pasaje para llegar mañana temprano al aeropuerto (9 hrs.). Sacando la cuenta, el ahorro habría sido de unos 12 mil pesos nada más. Después me aboqué a pedirle a Google maps me ayudara para llegar caminando al hotel, pues cuando reservé habitación lo hice considerando que quedara cerca del terminal. Aunque el Mall Tres Cruces es muy moderno, nuevo y bonito, el sector no es de nivel ABC1. Al final, con ayuda humana, llegué a la calle más cercana y de allí fue coser y cantar. Era mediodía. El recepcionista me envió a sentarme a esperar hasta las 13 horas, porque sólo desde esa hora se podía hacer check in. Era recién mediodía. Le tuve que "golpear la mesa" al tipejo aquel que no parecía ni era uruguayo en esencia. Poco amable el sujeto y con poco mundo. Pareció no advertir que yo llevaba mi parka noruega de ganso nórdico y mis mocasines de cuero con diseño. Ante aquello, no merecía mis respetos. Debí exigirle que me atienda y guardara mi equipaje ¡ahora ya! Se lo había pedido antes y se había puesto a hacer otras cosas. ¡Irritante es decir poco!
Ya sin cargas me fui al mall. Tenía pensado vitrinear hasta el cansancio y luego regalarme un rico almuerzo de despedida. Me cansé más pronto de lo pensado del vitrineo. Quería comprar unos últimos recuerdos uruguayos y no encontraba ningún local de souvenirs. Le pregunté a una guardia quien me corroboró lo que yo ya había temido. No había locales de souvenirs. Tampoco es posible que encuentre en otro lado, me dijo, "hoy es feriado". Ante mi pregunta extrañada me señaló que habían corrido el feriado del 12 de octubre para hoy. O sea, lo que hicieron en Chile el 9 acá lo dejaron para el 16. ¡Mala noticia! Y ahí me dije de nuevo : ¡no deberías haber dejado esto para el último dí! ¡Nada qué hacer! Igual me fui al supermercado "Ta-ta" y se me ocurrió comprar algo. Ya para esa compra debía empezar a usar la Visa, pues ya estaba cero billete uruguayo.
Las 13 horas, momento de almorzar. Partí al local "Il Mondo" (no Di Mondo, 😂). Un Menú Ejecutivo fue mi elección. Contemplaba un plato principal (elegí pollo a la parrilla con ensalada mixta), una copa de vino tinto, pan, postre y café ("cafecito" debiera decir). Estaba todo muy rico, pero la atención, por la mucha clientela existente, fue lenta. La ventaja, para mí, era que no tenía ningún apuro. Me vino bien la espera, aprovechando de ver noticias y averiguar cuán cerca tenía un local de souvenirs. 750 metros de distancia y en una de las Avdas. más conocidas en Montevideo. Anduve, anduve, anduve. Casi llegué al Centro de la ciudad (cerca de 20 cuadras) y regresé sin haber encontrado local abierto. Volví a pasar al mall y encontré una tienda de Confites y Regalos que contaba con unos productos recordatorios. ¡Uff, vaya suerte! Ahora sí era hora de conocer el alojamiento.
Cansada y acalorada, con ganas sólo de ducharme y descansar, me hice cargo de mi depto. en el cuarto piso 🎶🎶 pleno centro de la ciudad🎶🎶. Además de que el pesadito a cargo de la recepción ya no estaba -había uno bastante amable- me llevé la mayor sorpresa al ver la calidad de la habitación. Feliz como una emperatriz tomé posesión de mi suite y sigo aquí, descansando y flojeando, total, último día nadie se enoja, ☺.
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