Uno no siempre tiene la suerte o el privilegio de gozar de amaneceres especiales, que se puedan compartir, claro. Cuando hace un par de días, por, tal vez vigésima vez, escuchaba el trinar de las aves a metros de mis ventanas, me ordené levantarme y plasmar ese momento tan especial y es así como grabé por unos instantes el canto de esos invisibles y pequeños seres alados, que se han instalado, al parecer a vivir en los árboles de los jardines durante este año, al estilo okupa. Son mis primeros despertadores, ya a partir de las 5 de la mañana, siempre que deje las ventanas abiertas o entornadas, lo que ha sido frecuente en estas calurosas noches estivales. Es una más de las maneras en que la vida natural se ha estado haciendo presente durante este año, que nos lleva a pensar en lo poco que la valoramos cuando nuestra actividad es "normal". Hasta mi jardín pareciera haber "sufrido" (felizmente para mí) algunos cambios de eje y órbita: una bugambilia con dos floraciones este año, una caída de hojas casi otoñal en noviembre-diciembre, una exuberante explosión de flores, todo lo cual me ha traído alegría y entusiasmo.
miércoles, 30 de diciembre de 2020
Amaneceres...
Uno no siempre tiene la suerte o el privilegio de gozar de amaneceres especiales, que se puedan compartir, claro. Cuando hace un par de días, por, tal vez vigésima vez, escuchaba el trinar de las aves a metros de mis ventanas, me ordené levantarme y plasmar ese momento tan especial y es así como grabé por unos instantes el canto de esos invisibles y pequeños seres alados, que se han instalado, al parecer a vivir en los árboles de los jardines durante este año, al estilo okupa. Son mis primeros despertadores, ya a partir de las 5 de la mañana, siempre que deje las ventanas abiertas o entornadas, lo que ha sido frecuente en estas calurosas noches estivales. Es una más de las maneras en que la vida natural se ha estado haciendo presente durante este año, que nos lleva a pensar en lo poco que la valoramos cuando nuestra actividad es "normal". Hasta mi jardín pareciera haber "sufrido" (felizmente para mí) algunos cambios de eje y órbita: una bugambilia con dos floraciones este año, una caída de hojas casi otoñal en noviembre-diciembre, una exuberante explosión de flores, todo lo cual me ha traído alegría y entusiasmo.
sábado, 26 de diciembre de 2020
Viajes...
Un otoño romano, relato que me devolvió gratas e intensas sensaciones, casi dormidas en estos meses de poca actividad viajera.
martes, 22 de diciembre de 2020
Demasiada felicidad...
En la expresión "demasiada felicidad", el término "demasiada" conlleva en sí mismo una connotación negativa, es un adjetivo poco adecuado a un sustantivo tan positivo. Lleva a preguntarse ¿si habrá momentos en nuestras vidas en que nuestra felicidad sea demasiada? Debiera estar claro que no es lo mismo decir "soy muy feliz" a decir "soy demasiado feliz". A quien le parezca similar, debo decirle que está equivocado/a, porque si bien ambos vocablos apuntan a una gran o mayor intensidad, en el caso de "demasiado/a", esa intensidad tiene implícita la idea de 'exceso', lo que aporta el sentido negativo, situación que no sucede con "muy".
Volviendo al primer texto, no deja de ser interesante realizar el ejercicio de pensar qué elegiría uno llevar consigo si sólo tuviera unos bolsillos para contener lo más preciado de su vida. ¿Dinero, joyas, un libro, un pañuelo, un objeto de poco valor objetivo pero cargado de afecto? Les dejo la tarea. Hasta pronto.
sábado, 19 de diciembre de 2020
Muchas vidas...
Después de esta casi críptica introducción paso a lo anunciado, mi confesión, que más que aquello es una puesta en palabras que hasta hace unos minutos yo misma desconocía, viviendo mis múltiples vidas sin tomar conciencia de aquello. Sí, es verdad. Poseo multiplicidad de existencias, en distintas épocas, lugares y en diferentes etapas de desarrollo. ¿Les parece algo loca esta afirmación? Si piensan que sí, debo darles la razón. A mí también me lo parece.
Me di cuenta de esta situación cuando perdí la noción de mi existencia dominante. Porque ésa es otra característica: esta vida, la principal, siempre está de fondo aunque yo ande vagabundeando por otros lares y períodos. Decía que tomé conciencia de esta multiplicidad cuando me sentí perdida donde estaba. No reconocí ipso facto el lugar y desconocía la hora y el día. Para que conste, no estaba durmiendo ni aletargada. No obstante, respiré aliviada al asomar a un lugar que me pareció seguro, luego de estar huyendo de mis perseguidores que no eran cariñosos, precisamente. ¡Uff! Si supieran lo feliz que me sentí al "despertar" en esta vida contemporánea, con espacio suficiente para vivir, con lo básico a mano, con música 🎶 de fondo y toda la tranquilidad necesaria...¡Ah! y sin peligro, al menos cercano y evidente.
Las vidas que más me gustan -de las que recuerdo- son las en que no sólo me siento joven y bella, sino que lo soy y, además, amada. Éstas, duran lo suficiente como para degustarlas, pero no lo bastante para permanecer, porque en ellas mi voluntad no cuenta. Estoy ceñida y obligada al libreto que otra voluntad estableció para mí. Aquello me desespera en ocasiones. Es muy duro dejar al amor de mi vida -de aquella vida- y a mis hijos, uno dos o tres, según el "creador". Sin embargo, mientras más vidas vivo, más sabiduría parezco adquirir. Me resigno y asumo, pues ya sé que habrá alguna otra feliz más adelante. Incluso, en ocasiones, las menos, mis vidas han sido muy parecidas a la principal...y me he sentido feliz...
sábado, 12 de diciembre de 2020
Reparación...
En todos los casos anteriores, el acto de reparación no involucra concretamente un armazón de huesos, carne y piel. Cuando sí lo hace, el proceso es mucho más complejo e involucra a la vida y a la muerte en su constante lucha. Los especialistas son dignos de admiración y agradecimiento. Cierto es que no siempre el éxito está asegurado porque el "material" con el que se "trabaja", lamentablemente, en ocasiones, no puede ser reparado completamente o simplemente el daño es excesivo. Pero no basta con la reparación física, que ya es un gran logro, sino que se debe agregar un proceso de autorreparación, de cuyos resultados no siempre se puede dar fe pues su sustento está en la fuerza de voluntad y en otros componentes valóricos fundamentales de los "reparados", que no todos poseen en la medida que se necesita. Se alcance a plenitud o no, es un largo camino, generalmente.
De daños irreparables e injustificados, de dolor injusto e inmerecido, de violencia, muerte y guerra fratricida, pero también de actos bondadosos y reparatorios, aunque sean los menos, nos habla la novela Las tres heridas de la novelista española Paloma Sánchez-Garnica. El título de la obra y toda ella se sostiene sobre unos versos del poeta Miguel Hernández y que constituyen el epígrafe de la novela. Esas tres heridas son las del amor, de la vida y de la muerte, que dan como resultado un relato emotivo, apasionante y también terrible.
martes, 8 de diciembre de 2020
Austeridad...
La lógica y los tiempos de "vacas flacas" me dicen que la austeridad es una virtud loable, digna de ser practicada, en todo tiempo y lugar, que probablemente ayude a ingresar al cielo una vez abandone uno este valle de lágrimas, pero mi voluntad y mis inclinaciones demasiado humanas, me dicen lo grato que es darse algunos y variados gustos, mientras un resto de conciencia y la ropa me susurran que también de los "arrepentidos puede ser el reino de los cielos". Hasta pronto.
lunes, 7 de diciembre de 2020
Inquietud...
La inquietud es ese estado de intranquilidad y alarma, de olor a amenaza latente, a incertidumbre que se respira y que desagrada, que no encuentra asiento en algo concreto. Es inasible pero que se sabe presente, aunque su presencia sea incorpórea....
Han pasado varios días desde que di cuenta de esta situación y, aunque algo ha decantado la bruma, no tengo claridad de lo que sucedió o sigue sucediendo. Lo más probable es que sea nada más (y nada menos) que los efectos de esta "famosa" Pandemia, que nos tiene como sobre una montaña rusa, con sus brotes y rebrotes, que parece que va decreciendo y ¡paf!, vuelven a repuntar las cifras, que de la fase 3 retrocedemos y seguimos retrocediendo, o avanzamos y nos quedamos estáticos por meses. Eso debe ser...simplemente... Es difícil que el estado de ánimo de alguien que vive solo, por más contacto que tenga con el exterior y la familia a través de las redes, se mantenga incólume en una realidad como ésta, en que todo permanece como en una balanza de platillos o en un balancín o en una cuerda floja.
Luego de escribir toda esta sarta...de ideas, estoy viendo la vida multicolor. ¡Bien por mí! Ahora la gracia es cada cual encuentre la clave para alegrarse el día. Buena suerte en el intento. Hasta pronto.
domingo, 6 de diciembre de 2020
De todo un poco...
¡Muuu! del actual novelista alemán David Safier, es una entretenida historia de una vaca 🐮 llamada Lolle, sus amigas y su "amor", el toro Champion, que escapan de su "casa" (una hacienda donde han vivido toda la vida) al enterarse de que las tierras serán vendidas y todos los animales sacrificados. La ironía y el humor aparecen a cada momento, mientras van ampliando sus fronteras de conocimiento, que eran escasas debido a que obviamente nunca habían salido a "veranear"(😂). Su sueño es llegar a la India donde su amigo Giacomo, un gato con aires italianos, les había informado que no las transformarían en ingrediente de hamburguesas 🍔 🍔 . Fácil de leer, novedosa, con ideas muy "vacunas".
La novedad de este libro no está en el argumento, sino en la lucha individual del personaje con sus voces internas, con el miedo a ser descubierto, con la angustia de soportar el tiempo de espera hasta recuperar la tranquila vida que llevaba antes de asumir aquel compromiso. Su estilo me recordó a la novela Werther de Goethe y a autores como Sartre y Hesse.
La historia da cuenta de una ciudad triste y pobre, saliendo de la dictadura e ingresando al período de Transición, en que muchos jóvenes adolescentes cayeron en la delincuencia y en el consumo de drogas, pasando a ser muestra de una realidad sin horizontes claros, desencantada y que necesitaría años para salir adelante. En la ciudad del Zarco, el río hacía de frontera entre dos mundos distintos en la década del 70. En la actualidad, esa imagen cambió radicalmente y lo que era el territorio donde la delincuencia campaba, ahora es el sector más elegante de la ciudad. ¿Qué sucedió con el Zarco, finalmente? ¿Cómo el Gafitas logró escapar de ese mundo? ¿Qué fue de la Tere? La respuesta a todas estas interrogantes están entre las páginas de la novela. Muy recomendable.
Dinámico y apasionante relato, que, al ingrediente de suspenso y misterio, agrega el de ciencia ficción, que entusiasma y entretiene.
Una miscelánea de lecturas, estilos y tipos de relatos. Lo principal se los he planteado. A ustedes les toca elegir. La lectura nos lleva a donde queramos, si optamos por esta forma de viaje. Hasta pronto.