
¿Les ha pasado alguna vez que teniendo claras las cosas, horarios o lugares, igual se equivocan? 🤔A mí me ha pasado unas cuantas veces y no sé si darme de cabezazos en el muro más cercano o tomarlo con andina y seguir. Habitualmente opto por lo segundo, porque lo primero sería bastante doloroso y de resultados dañinos, 🤕.Lo importante es que ese error no haya perjudicado irremediablemente a un tercero. Sucede que hoy domingo no hay muchos recorridos de buses en Batalha y yo me voy a Coímbra. Compré mi pasaje ayer tarde y lo revisé unas cuantas veces. Sin embargo, grabé equivocadamente el horario en mi conciencia, suerte para mí que no me perjudica. Tenía clarísima la hora que llegaré a Coímbra; si hasta le envié correo al alojamiento, pero me confundí con la hora de partida, nada menos que en 120 minutos, 😒🥴. En lugar de llegar a la estaçao a esperar el bus de las 14 horas, llegué como si saliera a las 12 horas y con media hora de anticipación. Lo que me conforma es que no podía quedarme mucho más en el alojamiento sin hacer check out; igual habría tenido que salir a alguna parte. Lo bueno, dentro de todo, es que aunque aquí no hay dársenas ni personal que atienda, hay una pequeña construcción (nueva) con baños y sala de espera. ¡Uff!, está que se "larga" la lluvia ☔ 🌧 y no sería sano estar a la intemperie aunque sea bajo techo.
Faltando una media hora para que llegara el bus, se apareció un turista chino por el paradero. Fue hasta donde mí a preguntarme -a la más políglota- si allí paraba el bus que indicaba su pasaje, Alcobaça. Me acuerdo del nombre porque en mi viaje de Lisboa a Batalha pasamos por ahí. Le dije que sí (no hay otro lugar donde recojan pasajeros los buses). Quedó agradecido el chino, 😁. Ya cerca de la hora de "mi" bus, abandoné la sala de espera interior y me fui afuera a esperar. ¡Hacia un frío! Fue el momento en que se me ocurrió ir a comprar un coffee a una cafetería que había al frente. Le dejé mi equipaje encargado al chino, que entendió su tarea perfectamente, 🤣. 1 euro me costó un buen ☕ (lo más barato que he pagado por uno) y volví feliz al paradero. Le agradecí al chinoco. Lo triste fue que, habiendo pasado 2 buses (yo me fui en el segundo, obvio, 🙈), el chino se quedó en el paradero, cual Penélope.

Llegué a Coímbra sin novedad, a pesar de tener que hacer un trasbordo en Leiria, a las 15,30 horas. Tomé rápidamente un taxi que me llevó a mí alojamiento, muy cerca del centro de la ciudad. Amenazaba lluvia. No obstante, una vez instalada en mi habitación, a las 16 horas estaba ya en la calle nuevamente, recorriendo sus calles. Llegué hasta el Paseo Fluvial y estuve cerca de a lo menos 3 puentes sobre el Río Montego. Hacía mucho frío y chispeaba, así que me dediqué a caminar rápido, para "dentrar" en calor. Una vez hecho de ida y vuelta el trayecto caminé por las calles céntricas, donde había varios locales de souvenirs abiertos. Los coimbricenses estaban de fiesta; celebraban los "Días de Carnaval", de manera que había un escenario con show en la Praça Comercio, la más importante de la ciudad; en otro paseo peatonal, un grupo de Tuna amenizaba la tarde. Llegué hasta el Monasterio de Sta.Cruz, un edificio bien antiguo (siglo XII), al que ingresé a prender unas velitas y fotografié. Luego me dediqué a buscar un supermercado, encontrando uno por pura casualidad. Google maps no había querido mostrarme ninguno cerca.
Ya en el alojamiento, me preparé una once contundente (no había almorzado): ensalada, un tarrito de atún, pan con salame y queso, un yoghurt, un café ☕ y un poco de vino, de un cartoniere que compré de 250 ml (dejé la mitad para beber mañana, no se preocupen, 😁 😂, no me lo tomé todo). Capaz que crean que soy alcohólica a estas alturas, pero todo controlado, con una copa, media en realidad, me basta para un almuerzo. Ayuda a la digestión y aporta antioxidantes, 😇🤗.
Lunes 3 marzo Después de una noche reparadora, una buena ducha, un taza de café tibio, 🫣 (la dueña del hotel que en verdad es una "residencial", de las que abundan en el centro, no puso hervidor en la pieza; me señaló que le pida agua a ella, pero en la mañana no encontré a la veterana, 🤣), partí a conquistar Coímbra, perdón, Conimbriga (ciudad romana perteneciente a la provincia llamada Lusitania del Imperio Romano). Caminé hasta la estaçao y allí esperé hasta que fuera la hora, 9,30, para tomar un bus que, por 3 euros, en 45 minutos, me llevaría a las Ruinas de una ciudad Romana. ¡Y así fue! Uno de los sitios arqueológicos del tiempo de los romanos mejor conservados y más estudiados en Portugal se encuentra allá. Data del siglo II a.C. en su fundación, del I a.C. y del I d.C. de los tiempos del emperador Augusto y de Trajano en su máximo esplendor, aunque también se descubrió en este lugar restos de un asientamiento indígena prerromano, 😲😳.

Los elementos mejor conservados en Conimbriga son los mosaicos. Son numerosos y muy bellos, no sólo con figuras geométricas, sino también vegetales, marinas, míticas (hay uno que presenta el laberinto de Creta, por ejemplo), tanto bícromos como polícromos. ¡Son preciosos! 🤩🤩. En la ciudad, que llegó a acoger hasta a 10 mil habitantes, había 3 complejos termales, uno de ellos incluía una palestra (gimnasio) y una piscina; hay un amplio foro con restos de un Templo, sectores donde se levantaban ínsulas (edificios residenciales privados), mansiones romanas extraordinarias y amplísimas como la llamada la Casa de los Repuxos ('fuentes') y la Casa de Cantaber ('cantares').

La Casa de Cantaber es muy amplia, diría que ocupa una manzana🍎😅aproximadamente. Contiene, aunque les parezca exagerado, cinco peristilos y unas termas. Los ''peristilos' son patios porticados o con columnas, en torno a los cuales se ubicaban las habitaciones de la casa, algo así como esos patios o jardines interiores que había en las casas coloniales de la zona central de nuestro país en tiempos de la colonia, cuyo origen está en las casas españolas. Esta "Casa de Cantaber" tenía nada menos que 5 peristilos, con unas fuentes de agua que debieron verse fantásticas.

En tanto, la Casa de los Repuxos, a la que se ha protegido con un techo, tiene un peristilo con unas fuentes que funcionan cada 10 minutos, lo que resulta maravilloso de ver y escuchar. Si a eso se agrega las flores naturales que se le han agregado y los hermosos mosaicos existentes en toda la construcción, el recorrido resulta fantástico y no es muy difícil imaginarse lo satisfactorio que debe haber sido vivir y recorrer esas dependencias. Es lo más bello que he visto en mosaicos y debo decirles que he visto muchos y en diferentes ciudades españolas e italianas, principalmente, incluso en Efesos (Turquía).
A finales del siglo IV, al producirse la decadencia del Imperio Romano, se levantó una Muralla Monumental en torno a la ciudad, que, sin embargo, no fue suficiente defensa ante la invasión de los Suevos el año 468, por lo que Conimbriga entró en declive, además de comenzar la desertificación. Cabe señalar que en las quebradas que rodeaban la ciudad existía el cauce de un río. Los pocos habitantes que quedaron se trasladaron de lugar y fundaron una nueva ciudad, la más cercana a las ruinas en la actualidad: Condeixa-a-Velha.

Luego de salir de las Ruinas y darme cuenta que en el lugar donde instalaron unas graderías de madera y un escenario en realidad nunca existió un anfiteatro, pues esa infraestructura correspondía a unas Termas (el acueducto que llevaba las aguas a esas dependencias se identifica claramente, además de otras partes del edificio), pasé a preguntar a la boletería dónde estaba el Anfiteatro. Me dijeron que se accedía por fuera del complejo, que estaba tapado y sólo se veían las puertas de entrada. Después entendí lo que significaba "tapado", cuando, por fuera de las ruinas, caminé unos cientos de metros: lo que sucedía es que había construcciones contemporáneas sobre el Anfiteatro, 😢😭😭. En el Museo pude ver la imagen virtual de lo que fue la ciudad y allí estaba el bello Anfiteatro (de tiempos de Augusto). Recorrí las diferentes dependencias del Museo, que exhibía diferentes piezas o trozos de ellas encontradas en las excavaciones, las que iban desde monedas, objetos de la vida cotidiana (vajilla, lucernas, agujas, prendedores y hasta un peine, que me recordó aquellos utilizados en el tratamiento de la pediculosis, 😁), de la construcción, del comercio, de la herrería, etc. Además, se exhibían mosaicos, trozos de estatuas, trozos de frisos, estelas funerarias...

Me quedó poco menos de una hora de tiempo libre, el que dediqué a caminar bajo techo pues había empezado a chispear. El bus llegó puntualmente a las 13, 25, en el cual hice el viaje de vuelta. Ya en Coímbra, recorrí otras calles para llegar al centro de la ciudad, hice algo de shopping sin comprar nada, coticé en restaurantes para almorzar. Me decanté por uno que ofrecía un plato de bife grillado con papas fritas. Ingresé, hice mi pedido cambiando las papas por ensalada y lo acompañé, obvio, con vinho 🍷 tinto. Me habían llevado para que pruebe vinho verde -¡tal cual!-, pero lo rechacé. Era parecido al vinho branco pero bien ácido, 😬🥴. No me gustó. Cuando me trajeron la comida en una tabla de madera me sorprendí. El bife estaba punto medio y no exagero al decir que fue el mejor que he probado en mi larga vida y en el mundo mundial. ¡Exquisito! La única carne que he comido muy similar es la que prepara mi sobrino Juan Carlos. Para qué decir que me devoré los 220 grs.de carne, sabrosa, jugosa, blandita,😋🤤. Pagué 17,5 eurillos por esa delicia, incluyendo la media copa de vinho tinto.

Abandoné el local cerca de las 16 horas y me dediqué a recorrer sectores vistos y no vistos. Por ahí pasé por una joyeria donde quedé prendada de un anillo de plata dorada con filigrana a muy buen precio, pero era grande para mis dedos de princesa, 😂. Para mala suerte mía ese diseño de anillo tenía sólo una medida en su tipo, 😭😭, la que me había quedado grande. Sólo compré una bandera para mi colección y un separador de libros. En el recorrido nuevo que hice llegué, luego de subir escaleras y más escaleras, a la Catedral Vieja (Sé Velha), a la que ingresé por 2,5 euros. Hermoso edificio y más su claustro, 🥰🥰. Creo que me pasaría el resto de mi vida visitando claustros, sitios arqueológicos de ciudades romanas y caminando por algunas playas a "pata pelá" -en temporada baja, no lo olviden, 😆😆-. Con eso no necesitaría nada más.

En camino a la Sé Velha escuché un sonido de 🎻 y 🥁. Supuse que se acercaba un grupo de los que animaban el Carnaval Coimbricense y no me equivoqué. Un grupo de jóvenes vestidos de negro, con máscaras ídem, capas, sombreros, algunos con báculo, entraban a los locales gritando como hechiceros e indios y, seguramente, pedían algo de obsequio. Pasaron a mi lado y uno me pidió mi anillo. Yo me reí y él pidió perdón, arrodillándose. Aproveché de sacarle una foto. Me dio mucha risa y gusto haber estado en medio de esa actividad.
Seguí en onda shopping hasta que el reloj marcó las 17,45. A esa hora me acerqué a un Restaurante que quedaba al lado de la Igreja da Santa Cruz. Allí, a las 18 horas, empezaba un espectáculo de Fado y la entrada era gratuita. Lógicamente, uno debía consumir algo. Pedí un café ☕️ americano y un pastelillo.La verdad es que no tenía ni pisca de hambre. No pude ponerme adelante, pues había mesa para cuatro personas. Una pena, porque si bien escuché y vi sin problemas el espectáculo, apenas saqué dos fotos, para una de las cuales, incluso, tuve que pararme e ir a un sector despejado. Yo no estaba familiarizada con este estilo de música, aunque sabía que es un tipo de música e interpretación conocido mundialmente y que incluso la UNESCO le otorgó la calidad de patrimonio de la humanidad. Obviamente si en España fuimos a ver disfrutar de una sesión de flamenco en un tablao, cómo no hacerlo con el Fado. Se pensó y se hizo. Por lo tanto, ahí estuve, en una dependencia eclesiástica de origen, transformada en restaurante, esperando que la función comenzase.

El conjunto estaba compuesto por 3 personas -varones-. La función comenzó con música instrumental, a cargo de una guitarra portuguesa y una española con sus respectivos músicos. Después hizo su ingreso el cantante, mayorcito y canoso, con una voz espectacular. Yo no entendía ni jota la letra de las canciones, pero se escuchaban muy bien. En general, las canciones más bien son serias. una de ellas el mismo cantor la animó con palmas. Me gustó esa canción, lo que no significa que no haya apreciado las otras, amén de las interpretaciones instrumentales. La guitarra portuguesa sonaba muy bien y le daba ese aire especial y único que tiene la canción portuguesa. La acústica del local era excelente, pero aquello de un garzón que andaba para aquí y para allá, varios clientes que se fueron mientras el concierto se desarrollaba, de pronto me impedían "meterme" en la música. Así y todo, me encantó la función y sus intérpretes, 😉. Me habría gustado repetir esa misma noche a las 21 horas, que había un concierto pagado en otro restaurante, pero me habría significado volver a salir -y de noche-. Decidí dejarlo para mi noche de despedida de Portugal, a ver si tengo la oportunidad o, mejor dicho, a ver si me doy la oportunidad de escuchar y respirar Fado.
Acabada la función me fui al alojamiento, a unas pocas cuadras del lugar, donde descansé, preparé mi maleta para el día siguiente y abandoné la Residencial Moderna, alias Hotel Moderna, a las 9,45 de hoy martes. A media cuadra tomé un taxi que me llevó a otro "terminal" donde toman sus pasajeros los buses Flix Bus, empresa que me trajo hoy, en menos de 2 horas, hasta Oporto, una ciudad que promete, la última que visitaré en tierras portuguesas. Desde aquí regresaré a Madrid y de allì, a Chilito, en unos días. Hasta pronto.
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