Ayer...
Aquí estamos, a 45 minutos de retirarnos del depto. en que pernoctamos estos días. Recién llegamos de haber desayunado en "Las medialunas del abuelo", un acogedor café chino, justo al lado de "nuestra" residencia. Por 6 mil pesos nos servimos un jugo natural de naranja, café o té, con o sin leche, con medialunas, cremonas o sándwiches de queso-jamón. Y todo bien conversado hasta las náuseas, 😂. El día, ya a 26 grados, está caluroso. Ahora con las maletas ya cerradas, esperamos a don René Reinaldo, que nos llevará al Aeropuerto Ezeiza.
Cuarenta minutos después estamos en el aeropuerto. Iniciamos todos los trámites, los que pasamos sin inconvenientes. A las 12,30 ya éramos mujeres libres. Un par de mis amigas, con todo el poder, vistieron hoy estilo animal print. ¡Pobres adanes! Nada más digo, 🤭, para que no me reprendan, 😂 😂.Vuelvo atrás el tiempo y les cuento las vicisitudes y aciertos de estas Evas ya bonaerenses, luego de cinco días en la gran capital federal
El tercer día...
...tuvo de todo un poco. Cultura, mucho; comida, bastante, 😂; paseo por lugares emblemáticos; una caída con compra de terreno incluida,😁;libros, por montones; duchas y onces en piyama. Todo, re-divertido, aunque con una Eva adolorida de las pompis, 🤭🤭. Nuestro día comenzó - 🎶- temprano. Ni una novedad, pues a orillas de la Plaza San Martín hay obras de reparación de la calle o avenida y, como el sol sale re-temprano, los trabajadores comienzan a laburar ídem. Así que como a las 7,30 empieza el "shos" de los golpes de fierros, de máquinas, todo "música" celestial para un par de Evas más remolonas. De todas maneras, a la ducha igualmente entre "socho" y "sochoymedia", 😂, para, luego, desayunar un café con o sin leche o té con o sin jugo, dependiendo de los gustos, acompañado de pan tostado con huevo molido, manteca y jamón.
Ese sábado (el único que estuvimos en los B.A.) salimos a las 9 para lograr comprar entradas sin necesidad de hacer una fila interminable. Me refiero al tour por el Teatro Colón, famoso en el mundo mundial. 🌎. Nos incluyeron en el horario de las 10,25 a.m., por lo que teníamos una hora libre que quisimos aprovechar, toda vez que el Gran Obelisco queda apenas a media cuadra del teatro. Para allá partimos y realizamos toda una sesión de fotos grupales e individuales, más algunas panorámicas incluyendo Obelisco y letras corpóreas de Bs. Aires. Seguía quedándonos tiempo. Decidimos cruzar la calle e ir a vitrinear. Ahí fue cuando una de nosotras, al retroceder ante un vehículo, chocó con un tope de cemento y no alcanzamos a sujetarla, dando con toda su humanidad en el pavimento. La única pregunta, obvia y típicamente rancagüina, que alcancé a hacer, sólo mentalmente, fue "¿te le cayó?", 🤭🤭 (¡qué mala soy!). Las pompis de nuestra amiga le sirvieron de amortiguadores, aunque no resultaron tan ilesas. El golpe, al parecer, no fue tan suave. Felizmente para todas, especialmente para ella, al otro día ya no había efectos de la caída. ¡Uff!... Nos fuimos a vitrinear igual. Ya el tiempo de volver se acercaba y una ingresó a una Farmacia que no resultó de muy rápida atención. Eso nos obligó a caminar a marchas forzadas de regreso al Teatro para alcanzar a entrar a la hora asignada. 🏃♀️🏃♀️🏃♀️🏃♀️🥵🥵 y, si era posible, ingresar al baño, 🥴.
Visitamos varias salas del edificio emblemático, inaugurado el año 1908, refaccionado entre los años 2003 al 2010, con capacidad para 3000 espectadores, con 7 niveles para ubicación del público, con palcos especiales para el Presidente de la Nación y otras autoridades y con un "gallinero" con capacidad para 500 gallinas, perdón, asistentes (¡de pie!). Los detalles constructivos más destacados que mi memoria guardó (con menor capacidad cada vez para mi desgracia, 😬), dicen relación con el piso teselado del Teatro, con teselas instaladas una por una, tarea que demoró años; la escalinata en tres distintos tipos de mármol (blanco, de Carrara; amarillo de Siena y rosado de Portugal). También vi en el primer piso, mármol negro de Verona. En relación a los arquitectos, se sabe que el primero, Francesco Tamborini, no alcanzó a poner en ejecución la obra, pues murió súbitamente, a los 44 años; el segundo comenzó la construcción pero también estiró "la pata" (perdón por la falta de respeto,😬) a los 44, así que para asegurar la terminación del edificio optaron por hacerle una "cachaña" a la diosa Fortuna -o a la Parca- y contrataron uno mayorcito, lo que resultó ser una muy buena decisión (dijera nuestra amiga Naty). Los mitos urbanos no faltan.
Las lámparas colgantes -o arañas- son bellísimas y enormes. Gana el primer lugar la de la sala de espectáculos, que pesa 1500 kilos, tiene 700 luces y permite la ubicación de 15 músicos sobre su "techo", 🙄😲😱. Las otras sólo pesan 500 kilos, 😉. Vimos una sala llamada "Salón Dorado", muy hermoso, en forma de "L", con espejos, alfombras, lámparas, columnas y paredes con ornamentos en relieve dorados (pintura) y en un porcentaje de oro (en la parte superior). En pasillos y otras dependencias vimos pinturas de las Musas (8 de 9) y esculturas de grandes músicos y pintores. La escultura que recibe a la entrada del teatro, en gran dimensión es la de Beethoven, mientras que el conjunto escultórico "El secreto", en mármol de Carrara, presenta a la diosa Afrodita o Venus con su hijo Cupido. Lo que realmente me gustó, en lo personal, fue la Sala de Espectáculos. Nunca había ingresado a una y, en penumbras, se veía extraordinaria. Accedimos a ella desde el palco del segundo piso. La próxima vez que ingrese -no sé cuándo- será como espectadora real, aunque sea desde el gallinero, 😂 🐔🐔.
Al salir, antes de mezclarnos con la plebe callejera, pasamos a servirnos un cafecito al Café Teatro Colón. Yo me serví un plato de frutas, con lo que completé la casi ausencia de ellas en esos días. Salimos con un destino ya acordado: la Librería El Ateneo Grand Splendid. Al conductor del uber le costó llegar un poco pues el sistema había marcado otra dirección, pero pronto rectificó y enfilamos a ese importante centro de la cultura bonaerense. ¡Otra sorpresa! ¡Jamás había visto una librería con tantísimos libros! ¡Un escándalo, viste! 😂😂.¡Bromas aparte, lo que realmente me resultó un escándalo fue el precio de los libros! Busqué uno de Santiago Posteguillos, la última novela histórica publicada y costaba 39.990 pesos. ¡Imposible comprar así! Consulté otros y aunque no tan caros, tampoco eran accesibles. Cambiando de tema, pero siguiendo al interior de esta tienda, cabe señalar que su gracia se la da el hecho de estar en una construcción que correspondía a un antiguo teatro, que se construyó en la segunda década del siglo XX, con 4 palcos y una capacidad para 500 espectadores. Esta arquitectura fue aprovechada el 2010 para instalar la considerada segunda más bella librería del mundo. Se ha transformado, no sólo en un hito cultural, sino también en un lugar de paseo y turismo. No compré nada, 🤫, pero fue una bonita experiencia verse tan rodeada de libros y poder acceder a ellos. Lástima que si uno se cansa y debe esperar a sus compañeras, no hay dónde sentarse.
Después de ese tremendo baño cultural, no me creerán que nos dio hambre,😂😂.Partimos a otro lugar emblemático: Siga la vaca🐄, un restaurante con mucha tradición, modalidad tenedor libre, ubicado en un exclusivo rincón de Puerto Madero. Si bien el nombre no tiene nada de exclusivo, la comida es abundante y depende sólo del estómago de uno que se aproveche de la mejor manera los 21.900 mil pesos, lo que incluye una bebida de 1 litro por persona y sólo 1 postre (ahí anduvimos guateando; para subsanarlo pedimos 4 postres diferentes y compartimos). La otra gracia es que amarran carteras o mochilas a la mesa con aquellas bridas plásticas imposibles de desatar sino es con tijera, lo que a uno le da la libertad de ir todas las veces que quiera a servirse comida sin necesidad de estar pendiente de sus pertenencias. En este lugar nos pasó lo que a muchos: nos entusiasmamos con las ensaladas y guarniciones y a la hora de comer carne el hambre ya estaba saciada. ¡Una pena! Moraleja para la próxima vez, ya saben, empezar con la carne y alguna pequeña porción de ensaladilla. Contabilidad final personal: 3 platos llenos de ensaladas y guarniciones, un platito con dos presas de carne, 2 litros de cerveza, 1 de agua y medio de bebida gaseosa (bebidas compartidas), más un postre multisabor.
[Entre paréntesis: con eso de la bebida me sucedió el primer lapsus linguae que recuerdo- en todo caso, no se fíen mucho de mis recuerdos, 😂-. Mis amigas me dieron a elegir a mí la bebida de la lista que recitó la garzona. Cuando vi llegar dos envases con líquido blanco, me asombré. Al ver uno de ellos con burbujas pregunté si era h2o con gas, no, me dijeron, es seven-up, 🙄, lo que tú pediste. No podía creerlo: yo había pensado Pepsi al hacer el pedido y dije seven-up, 🙈. Si no fuera porque 4 personas me habían oído aquello, hubiera pensado que estaba siendo víctima de una cámara escondida. Ahora que lo pienso, ¿no habrá sido eso? 🤔🤨. Como no grabé, no puedo afirmarlo, 🤣 🤣. Este acto fallido me preocupa. Deberé cuidar mis palabras en presencia de otra(s) personas (sola puedo decir cualquier lesera, 😂), no vaya a ser cosa que mi inconsciente se transforme en mi mayor enemigo. Suerte que el viaje duró 5 días nada más y ése era el tercero. Espero no haber "metido la pata" inconscientemente en las horas que restaron del viaje, porque si no, difícil que vuelvan a invitarme, 😂.Cierro paréntesis mejor].
Después de caminar variassss cuadras por el centro bonaerense, vitrineando y buscando souvenirs (a cuál más caro) regresamos al depto. Nos anduvimos perdiendo como grupo pero nos encontramos en las afueras del alojamiento, para tranquilidad de todas. Eso de no contar siempre con Internet es un problema fuera del país. Ese día, el tercero, terminó con una once más sencilla y casera, alguna en piyama, unas buenas duchas y descanso. Tuvimos toda la intención de realizar una salida nocturna, pero se nos echó la granja completa, 😂 (🐎🐖🦃).
Cuarto día:
..."¡andar en tren, 🎶, es lo mejor...". Nos fuimos a Tigre, en el Tren de la Costa. En el trayecto de ida hacia la Estación Maipú, recorrimos 16 kms. en uber, una de las cosas baratas en Argentina en estos momentos - los uber-. Me sorprendió ver en el trayecto lo que es conocido como "Villa Miseria" (Villa 31) en mitad de la ciudad, unas cuadras a orillas de la carretera de construcciones precarias en grado sumo, algunas pintadas de diferentes colores. Uno queda impresionado de ver la pobreza que rezuman sus paredes, fierros, plásticos y tablas. De pronto me pareció estar frente a un montón de containers semidestruidos, unos sobre otros, en el más inestable equilibrio. No fotografié de ida, pues la impresión me dejó sin reacción. Al regreso le pedí a una de mis amigas que lo hiciera pues yo iba al medio del asiento, pero, al revisar, sólo pude ver dedos y rayos de sol con imágenes muy poco aprovechables, que debí enviar al basurero. Conclusión: no cualquiera puede manejar un Galaxy S 23, 😂.
El viaje a Tigre duró 25 minutos y nos costó apenas 400 pesos a cada una. Durante el trayecto se pasa por la localidad de San Isidro, lugar exclusivo de la provincia de Buenos Aires. Fue al comienzo de este trayecto que recién vimos grafittis al por mayor. En la capital no se ven, al menos en los lugares que visitamos. Pero también vimos mucha vegetación, en algunos tramos la ribera del río y sectores de camping, todo muy bonito a la vista, así como cada una de las estaciones de paso.
Una vez en suelo "felino", 🐅, buscamos el sector de paseos fluviales y, rápidamente, logramos acceder a una lancha de las típicas del lugar para recorrer por el lapso de una hora los cauces fluviales de los Ríos Luján, Carapachay, Angostura, Espera y Sarmiento, que son los que forman el Delta del Tigre. En el trayecto por el cauce fluvial se ubican cientos de islas, cuyo único contacto con la ciudad es a través de embarcaciones. Hay hermosas cabañas, mansiones, alguna iglesia e incluso escuelas. Los muelles de cada ínsula están a la vista, así como las embarcaciones privadas de sus residentes. Fue un bello y tranquilo paseo.
Una vez en tierra, un café de brunch, para contar con las fuerzas necesarias que nos permitieran recorrer el lugar, una feria artesanal ambulante y una hermosa y enorme Feria Artesanal en las dársenas del Puerto, con productos para el hogar hermosos, pero imposibles de traer hasta nuestros hogares. ¡¡Hora de almorzar!! Elegimos una parrillada para dos y no logramos comer todo. ¡Estuvo pantagruélica! Y lo mejor: acompañada de un buen vino tinto. Después de tan magnífico almuerzo, caminamos otro poco por el lugar y luego retornamos a la estación de trenes.
Al llegar a la Estación Maipú optamos por ir enseguida a cumplir con el último sacrificio: el famoso Café Tortini, visitado por artistas y gente famosa, caracterizado por hacer fila a la entrada, por sus bellos salones y sus espectáculos de Tango. Llegamos, hicimos la correspondiente fila con una breve espera de 15 minutos, ingresamos como divas que somos y...¡plop!, nos enteramos que los shows de Tango eran de lunes a jueves,😰😭😭.¡Nada qué hacer! Sólo restaba resignarse cristianamente. Para no perder el viaje ni las buenas intenciones, pedimos un "Té al atardecer", con el cual nos alimentamos perfectamente, inclusive quedándonos algo para el café de la última noche. Mostramos la hilacha guardándonos 2 medialunas, un brownie y un alfajor en una mochila, 😚😉. La noche nos sorprendió de regreso y una vez en el depto., descansamos, nos metimos a la ducha, tomamos café, preparamos las maletas y nos fuimos a la cama. Yo, sin querer queriendo, provoqué un gran susto a mis compañeras de habitación. Sentada en la cama, escuchando y viendo un video, me quedé profundamente dormida. Ante las llamadas de una, la otra, que estaba en el comedor, corrió a ver qué pasaba. Yo seguía pat'e laucha, 😃. Eso preocupó a la enfermera aficionada, que se acercó a mi bella persona con audífonos puestos. Ante la cercanía desperté tan imprevistamente que esta Florence Nightingale perdió toda compostura y lanzó un exabrupto, 😱😔😕, del que, a medio despertar, como buena académica de la lengua que soy, me quejé ipso facto, jajaja😂😂.
Ayer...
Al día siguiente, adelantándose al Día Mundial del Gato, mis compañeras de alcoba, se vistieron de felinas para despedirse en forma del Gran Buenos Aires. Así dábamos término a nuestro primer viaje juntas, con la cantidad perfecta de días, para que nos quedara gustando estar juntas y no tirándonos de las mechas, 😂😂. Después de todo no somos Evas fáciles de llevar. Somos las que somos simplemente, ni más...ni menos. Hasta pronto.
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