[Entre paréntesis, comparto con ustedes un detalle curioso. Isaac Asimov, ruso de nacimiento y nacionalizado estadounidense, nació el año 1920; Ray Bradbury, norteamericano, nació el año 1920 y, como corolario, Frank Herbert, estadounidense, ¡adivinen!, también vino a este mundo el mismo año 1920. Al parecer hubo una conjunción astral espectacular ese año... Cierro paréntesis].
Independiente de que la saga completa de "Fundación" del autor en la actualidad contemple una totalidad de 16 volúmenes, considerando precuelas y secuelas, los textos iniciales fueron estos tres: Fundación, Fundación e Imperio y Segunda Fundación. Cabe destacar que esta trilogía recibió la impresionante nominación de ser la "mejor serie de Ciencia Ficción de todos los tiempos" (el año 1966), premio y honor que se concedió por primera vez ese año. Por lo tanto, me vi en la obligación moral y literaria de recorrer sus páginas con mis humildes medios tecnológicos propios de este siglo XXI correspondiente a los albores de la humanidad, milenios distantes de la era galáctica, escenario futuro de nuestra especie.
En nuestro lejano futuro, Hari Seldon, un famoso psicohistoriador del Imperio Galáctico, es acusado de causar la alarma pública y con ello, atentar contra la paz del Imperio. Es condenado al exilio en un lejano planeta ubicado en un extremo de la galaxia, junto a todos sus seguidores y familias. El planeta en que se ven confinados recibe el nombre de Términus.
¿En qué consistió su "pecado"? Me explico.
Bien; aquí va la explicación. Sucede que, según Seldon, se puede hacer una proyección a más de un milenio de distancia temporal, guiándose por la Psicohistoria, una "ciencia" que realiza un pronóstico con probabilidad cercana al 100%, sobre el futuro de la humanidad, haciendo uso de la Psicología aplicada a las masas, en conjunto con la Historia y la estadística Matemática. Obviamente esto es un invento de Asimov, que sustenta toda la trama novelística. El Plan Seldon contempla el desarrollo de dos mundos separados entre sí, ubicados en los extremos de la galaxia, que cumplirán un rol fundamental en cada fase del plan. Uno se llama "Fundación" y el otro "Segunda Fundación". Las diversas maneras como van enfrentando y superando las crisis que la historia les presenta (ataques de otros mundos, guerras, negociaciones, posesión de energía atómica y otras) cada ciertas décadas, amortiguando los efectos de la caída del Imperio, son relatadas en Fundación. Sin embargo, pasados tres siglos, surge un elemento inesperado, individual, no previsto por Seldon. Es un ser mutante, el Mulo, que con su extraordinario poder -el control emocional y mental de los demás- pone en jaque el orden galáctico y, por una década, se transforma en el Primer Ciudadano de la Unión de los Mundos. Al no ser contemplado por el plan matriz, casi lo conduce al fracaso, lo que es impedido por habitantes del mundo Segunda Fundación, cuya salida al escenario galáctico estaba prevista para más adelante. Que son ellos quienes realizan el 'control de daños' lo sabemos los lectores, aunque los de Fundación lo sospechan. Estos últimos no están contentos, puesto que sus casi homólogos usan también el control mental como arma y ellos, los fundacionistas, algunos científicos y muchos comerciantes, son hombres de acción. Así que mientras un grupo inicia una especie de cacería de brujas para evitar el intervencionismo, los otros se ocultan, infiltran a los suyos, ayudan a reconducir el plan y a algunos de los personajes claves tras las sombras, pues aún no ha llegado su tiempo. Necesitan seguir siendo un mito.
La verdad es que en unas pocas palabras es imposible plasmar la maravilla de estos relatos, su creatividad, misterio, entresijos, donde la verdad parece al fin descubierta pero es una falsa ilusión y las vueltas y caras que ésta tiene son interminables. Casi como una caja china o, -¡qué mejor dicho!- una matrioska, en su forma, no así en su significado. De pronto, un personaje parece haber sido 'descubierto' en acciones de traición, pero, ya todos convencidos de que es así incluido el lector, surge otra verdad, no todo está dicho, hay algo más oculto al interior, que hay que seguir indagando.
Para terminar el escrito y ya en lo personal, me encantaría manejar más de estadística, psicología e historia, con el fin de visualizar nuestro futuro y saber a dónde iremos a parar como país en los próximos años: si acaso nos transformaremos en un Estado fallido, en una dictadura extremista, en una nación escindida, en una anarquía o pasaremos a ser una colonia china. Eso, si antes no se "agarran de las mechas" Rusia con Ucrania y Estados Unidos o Israel con Irán, los más beligerantes en estos días. En fin,'pensándolo en oro', mejor sigo ignorante como hasta ahora y viviendo el día a día como el animalillo que soy. 😁
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