miércoles, 31 de julio de 2024

Recorriendo Ciudad de Guatemala...

   

    Llegó el gran día de volver a levantar el vuelo, con alas ajenas, por supuesto, pues aún no derivo a ángel ni a pájaro, 😂. El lunes, entre gallos y medianoche, a eso de las 2 a.m., salíamos del Aeropuerto A. Benítez rumbo a Ciudad de Guatemala, con una escala en Panamá. No hice mi check in, dejando que el "azar" me designara el asiento y parece que no tuve muy buen resultado. Me tocó ir sentada en la última fila, 😂, felizmente al lado de la ventana - algo es algo, 😕-. Como no tuve a nadie sentado a mi lado, mejor. Algo dormí durante este primer tramo, de manera que el viaje se hizo más breve. Luego de un desayuno suficiente para calmar la solitaria, se descendió de los cielos nublados. La salida del avión se hizo lenta, lo que no dejó preocuparme pues el tiempo para la conexión no era mucho. La gracia fue que en Panamá había una diferencia horaria a nuestro favor (-1). Ya había estado allí a comienzos de mes, pero igual casi me pierdo, 😂 😂. Aún así me quedó tiempo para aprovechar el wifi del Aeropuerto de Tocumen.  
      En poco más de dos horas después estábamos aterrizando (toscamente, 😬) en el Aeropuerto Internacional La Aurora de la capital guatemalteca. Lo primero es lo primero,  me dije: me agencié de un poco de dinero local: el quetzal, a 7,40 por dólar. Céntimos más, céntimos menos, era lo que había averiguado vía Internet. Luego, lo más relevante fue conseguir movilización para llegar al alojamiento reservado, ubicado en pleno centro histórico de la capital. Había calor en el lugar, lo que hacía sentirme incómoda, a pesar de que, en el primer tramo del viaje, pasé  bastante frío, tanto así que creí que tendría un resfrío seguro. Obvio, no hubo nada de frazadita por parte de la aerolínea, lo que logré suplir por unos momentos con un café caliente... Al salir del Aeropuerto, alcancé a pedir un uber (era la recomendación que había que atender por ser la más conveniente monetariamenfe hablando) y, al fin, llegó. Al comienzo, no logré hacer funcionar el roaming de mi Galaxy S23 (🤭🥴) pero el wifi del Aeropuerto me colaboró graciosamente. Tuve mucha suerte: el joven conductor me fue explicando todo lo necesario para no extraviarme, señalándome al paso construcciones y lugares interesantes, el sistema de ordenamiento de la ciudad (todo con números: las zonas, las avenidas y las calles, 🤯😵; ¡lástima que yo soy humanista!), las otras ciudades a visitar, los cuidados a tener, etc., un verdadero guía incluido en el valor del viaje, 58 Q. ($7.800; los taxis cobraban más de 20 dólares).  
     Cuando llegué al lugar mi cara cambió. No era muy elegante el sector que digamos, 🥴. No había error, ésa era la dirección, además que el joven ya había llevado a algún  turista anteriormente. ¡Uff! ¡Hacía calor! La puerta era antigua y estaba deteriorada;  permanecía cerrada, no tenía timbre, aunque había dos teclados numéricos. El problema es que yo no contaba con el código, además de que tampoco había pagado, 🤭. Estaba buscando el número telefónico asociado al alojamiento cuando llegó otra persona a la misma dirección, otro turista, joven, con su equipaje. Nos vimos en la misma situación. Ambos logramos enviar un SOS a través de un correo. Él recibió respuesta primero (claro, era hombre, 😂). ¡Ya venía el encargado! 🤗.Antes de que el susodicho llegara ingresó otro turista, que nos dejó pasar. El interior se veía bonito, con una especie de patio central con mesas y sillas, más plantas. Respiré tranquila. Aunque estábamos claros que el ingreso era a las 15 horas y recién era las 13, al menos estábamos en el lugar y a la sombra.  
     Ciudad de Guatemala, cuyo nombre oficial es Nueva Guatemala de la Asunción, es la urbe más poblada de Centroamérica, sobrepasando en su área Metropolitana, los 5 millones de habitantes (en eso coincide con los votos de Maduro, 😁). Su fundación se remonta al año 1524, aunque debió cambiar su emplazamiento cuatro veces debido a los terremotos, los que son frecuentes y de alta energía. Son varios los volcanes existentes en el país (288 en total) y algunos con actividad cada cierto tiempo. Finalmente la capital de Guatemala ('Guate' como le dicen sus habitantes) quedó emplazada a 1.500 msnm. Su nombre se deriva etimológicamente de término nahuatl "Quauhtemalan", que significa 'ciudad de árboles', traducción que aún se ajusta a la verdad. Desde el avión, cuando íbamos bajando, a pesar de que no tenía asiento-ventana en el último tramo, pude ver parte de la ciudad y las numerosas zonas verdes en ella. Incluso tiene un premio a nivel internacional por aquello.   
     El casco histórico  de Ciudad de Guatemala tiene varios edificios que fueron en su tiempo verdaderos palacios y mansiones, algunos categorizados como monumentos. Esos deben ser los reparados o en proceso, pero otros muchos no, y ya están en franca decadencia, aunque aún luciendo glorias quedadas atrás en el tiempo. Visitar el centro histórico de la capital, en el sector en que alojé, es como andar por la Estación Central de nuestro Santiago del nuevo Extremo, con la gran y grata diferencia que no hay basura en las calles. Todo está limpio y se ven trabajadores en varios tramos haciendo arreglos. Varios edificios son religiosos. Lo que sí hay que señalar es que la caminata debe ser cuidadosa, pues las veredas no están en muy buen estado, pero, repito, sin basura. Seguro supieron que yo vendría, 😁 😁. Muchas construcciones son de un piso y contienen en sus interiores almacenes, restaurantes, tiendas de ropa reciclada, cachurreos, imágenes religiosas (hay muchas de éstas), artículos  de cumpleaños (las piñatas cuelgan en las afueras de numerosos locales). Parece que una gran parte de sus habitantes se dedica al comercio. Una vez que se avanza hacia el kilómetro cero, el Palacio Presidencial, comienzan a aparecer los comerciantes ambulantes, de frutas en cada esquina (melocotones y 🍍 🍍, son las más comunes), de alimentos, de caramelos y otros productos por el estilo. También son más frecuentes los edificios de dos pisos o más, pero deteriorados.  
   En la Plaza de la Constitución (muy visitada por humanos y palomas) se levantan dos importantes edificaciones: el Palacio Presidencial (extenso edificio que comenzó a construirse en 1939, de estilo renacentista y barroco español, que ostenta en la actualidad un tono verde claro) y la Catedral Metropolitana de Santiago de Guatemala, la que fue construida entre los años 1782 y 1815 aunque las torres fueron erigidas con posterioridad. Los terremotos han dañado la Catedral, pero ha sido sido reparada en cada ocasión. En la actualidad está en ese proceso de reparación el pavimento delantero, de manera que su belleza arquitectónica se ve un poco empañada por los trabajos que se están realizando. Al ingresar, la primera impresión es de mucha oscuridad, que paulatinamente se va aclarando. Numerosas pinturas forman parte del ornato de la construcción.  
    Saliendo de esta zona y yendo en dirección al aeropuerto, trayecto que hice al llegar en uber, hay edificios gubernamentales, de entidades administrativas, financieras, jurídicas, comerciales, museísticas, de salud, que son modernos. Hay algunos bellísimos, con motivos mayas en sus paredes exteriores. Un par de grandes supermercados me "cierran el paso", 😂. "Obligada" a pasar y hacer tour de supermercados, 😂. La mochila empieza a pesar, luego de salir del primero. Prefiero continuar. A la vuelta pasaré al del frente. Sigo caminando y llego a un espacio muy moderno y Vip, el Centro Comercial Quo. La cara de la ciudad ha cambiado. Más allá me encuentro con la "Torre Eiffel" local, llamada en realidad Torre del Reformador, una construcción  de acero galvanizado que se ubica en una intersección de calles. El monumento tiene una altura de 75 metros, fue construida en E.E.U.U.y erigida en conmemoración  del centésimo natalicio del presidente Justo Rufino Barrios, quien realizara numerosas reformas mientras gobernó.  
    Caminé  hasta el final de la 7a. Avda, ya cerca del Aeropuerto, pasando por la Plaza España. Los aviones volaban por encima mío (y eso ya es decir bastante, 😉) elevándose en el cielo. Pretendía llegar hasta la "Plaza del Obelisco", pero suponía caminar hacia otro sector y ya estaba cansada. A esa altura había caminado 9 kilómetros, tenía calor y hambre. Empecé a regresar y buscar un restaurante dónde almorzar. Luego de averiguar en un par de ellos, bastante caros, opté por uno chino, 😂, llamado "Celeste Imperio", bien cómodo, con varios comedores. Cerdo agridulce con piña fue el plato elegido, el que acompañé de Té de Jamaica bien helado, todo muy rico, aunque un poco cargado a lo dulce, 🙈.  97 quetzales fue el costo, unos $13 mil chilenos. Luego de aquello, continué con el regreso, pasando al supermercado faltante, cuya característica era el desorden. Compré un par de cosillas y me dirigí al alojamiento, al que logré llegar sin ayuda, 😂.   
    Otros lugares interesantes de conocer fueron el Edificio de Correos y Telégrafos (que funciona en un hermoso inmueble patrimonial, de estilo neocolonial, construido en 1935; contiene en su interior las oficinas correspondientes para atención de público y un Museo, que pasé a conocer y que me hizo recordar la serie "Las chicas del cable") y la  6a. Avda., conocida popularmente como "la Sexta", un paseo peatonal con muchos locales comerciales, que termina en un abigarrado y popular conjunto de puestos al estilo Feria, en el que no es muy fácil avanzar.  
   En general, Ciudad de Guatemala se caracteriza por la abundancia de las áreas verdes en calles bastantes rectas, ordenadas, con un tránsito permanente y rápido. Además de los vehículos de 4 ruedas circulan muchas motocicletas y bicicletas (aunque en número bien inferior estas últimas). El peatón recién llegado a la urbe se encuentra esencialmente con dos dificultades: veredas irregulares y semáforos para automovilistas, además de bastante oscuros, de acuerdo a nuestra costumbre. Al comienzo, se me hacía un problema cruzar las calles, pues no era fácil visualizar los semáforos. Lo importante es que no hay basura en las calles, lo que es un gran punto a favor, sobre todo en el sector inmobiliario más antiguo. ¡Ah! Me olvidaba contarles que el primer día (tarde) fui a conocer el Mercado Central, a unas 4 cuadras del alojamiento. Es un sector popular, que contiene cientos de puestos, tanto al interior como al exterior, de frutas y verduras, de carnes y pescados, de abarrotes, ropa, artesanía, etc. y también de comedores, donde ese día me serví  un sencillo almuerzo compuesto por un consomé, un bistec de vacuno con arroz y ensalada, acompañado de horchata (una bebida sin alcohol elaborada con semillas molidas y con sabor muy parecido al agua con harina tostada). 

   Grosso modo esto ha sido lo que he visto y experimentado de Guatemala en dos días. Hoy partiré a Antigua, ciudad más pequeña, a unos 39 kilómetros de distancia, que lleva ese nombre pues ahí estuvo enclavada en una ocasión la capital del país, pero que debió trasladarse de lugar por la devastación sufrida en uno de los tantos terremotos ocurridos. Ya sabrán de mí en un par de días.  Hasta pronto. 







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