viernes, 27 de septiembre de 2019

Compartiendo lecturas...

   A veces pienso que las casualidades no existen. Están allí ya pensadas y planificadas por mentes caprichosas o enfermas, con aires de inocencia (las casualidades). Es lo que pensaron Álvaro (en El corazón helado) y Carlos (en Mientras pueda pensarte).  Yo también lo pienso, ... a veces, no siempre. No sé si yo elijo los libros o ellos me eligen a mí. En el juego de la vida, las opciones son variadas si uno se atreve a cambiar de perspectiva y mira desde fuera de la ventana... hacia adentro. 
    El corazón helado de Almudena Grandes (escritora española actual)

   Ha muerto el patriarca de la familia. Quedan una viuda y cinco hijos adultos. Álvaro es uno de ellos, quien, debido a la presencia de una mujer desconocida en el sepelio, descubre más adelante una verdad inesperada y maldita. Su carismático y admirado progenitor, no fue más que un traidor y ladrón oportunista, que hizo de los efectos de la Guerra Civil su campo de juego para medrar a costa de víctimas republicanas. 
   Extenso y extraordinario relato, que muestra el grado de impunidad con que el franquismo actuó en una España que no podía creer que, habiendo sido derrotado el nazismo, los Aliados hayan permitido que la Dictadura hubiera seguido en pie, a pesar de todas las atrocidades cometidas. La comunidad internacional cerró los ojos y se hizo cómplice de un régimen que heló el corazón de España por 35 años. 


 Viaje al pasado de Stefan Zweig (escritor austríaco, de ascendencia judía, que vivió en la primera mitad del siglo XX).

   Este relato (segundo o tercero que leo del mismo autor) es romántico por excelencia, con una delicada y exquisita descripción de los sentimientos del protagonista, quien inicia un viaje al pasado gracias el reencuentro con su amada, luego que la guerra los separara por 9 años. Mientras "viajan", literal y figuradamente, al pasado compartido, Ludwig recuerda cada gesto, cada momento vivido junto y separado de su amada. Llegan a una ciudad donde antaño vivieron momentos de inocente felicidad (no eran aún conscientes del amor que los envolvía ni sabían de la separación futura) queriendo reeditar lo vivido, sin saber si lograrán tener éxito.  

  Mientras pueda pensarte de Inma Chacón  (escritora española actual, con sus añitos a cuesta, como yo).
   Carlos tiene 40 años y no sabe quién es. Al igual que su entrañable amigo José Luis, intuyó que era adoptado, aunque sus padres lo negaran una y otra vez.  A los 28 años tuvo la certeza, pero no siguió adelante. Ahora, esta falta de identidad, ya desaparecidos sus padres legales, le pesa como una lápida. Su amigo se ha acercado a la verdad y ésta resulta monstruosa e inconcebible, propia de mentes que se sintieron más allá de toda ley. 
   Esta novela presenta una práctica que muchas dictaduras han compartido: el tráfico humano  a través de recién nacidos quitados a sus verdaderas madres para entregarlos en adopción a quienes pudieran pagar, práctica maquiavélica, que pisoteó los derechos humanos de muchas personas y que encontró un amplio campo de complicidad en la sociedad española  post guerra civil.

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