martes, 15 de marzo de 2016

¿Deberé "desprincesarme".... o no?

   Cuando  escuché hace unos días  en un   noticiero  que el SENAME estaba implementando un "Taller de Desprince-samiento" me  quedé  turulata,  por  decir  lo  menos.  ¡No puede  ser!, pensé. ¡Hasta  en  la  tele  me  están  atacando! (jajaja).  Luego,  al darme  cuenta  que   el  nombre  de  la iniciativa  provenía  de  la  palabra  "princesa"  y  no  de Prin-cipessa", respiré tranquila.
- ¡Ayyy ¡Qué tonta eres! 

- ¡Mira! Como estoy en onda pacífica, con todas mis chacras alineadas (jajaja), voy a hacer como que no escuché ese calificativo altamente ofensivo.
- ¡Humm! Parece que vas a tener que asistir al Taller también, aunque ya no tienes nada de niña, jajaja.
- ¿Y por qué si puede saberse? 
- ¡Tú debieras saberlo mejor que yo! "Principessa" significa lo mismo que "princesa" pero en italiano, por lo que es lo mismo. 
- ¡Ahí es donde tú te equivocas ahora! Mi nombre, "Principessa",  es sustantivo propio, por lo que no es lo mismo que una "princesa" ...común y corriente. ¡Jajaja! ¡Te gané! 
   Fuera bromas, no deja de ser llamativo el nombre del taller y con un claro fundamento, aunque puede prestarse fácilmente para una interpretación superficial. Aquí no se trata de caer en el maniqueísmo de pensar que todo lo que sea coronas, reinados y principados, tules y demases sea malo y negativo. Lo que se busca, tengo entendido, es que se elimine el estereotipo de  que la niña-joven-mujer viva en constante espera del Chapulín Colorado, pardón, del Príncipe Encantado, que la vendrá a buscar, descubrir y/o salvar de la vacía y aburrida vida que lleva, sin alicientes ni fama o con algún monstruo-humano cercano que la hace infeliz. Se pretende que las niñas (y los padres) dejen de lado esa aspiración y deseo ferviente de que la belleza física es la que las salvará de la pobreza y de todos los males de este, nuestro mundo, y que, por último, les traerá como premio gordo, la felicidad eterna. El objetivo es que ellos y ellas entiendan y asuman que las alternativas son múltiples para su desarrollo y que la postura vital femenina puede ser tan o más activa y emprendedora que la del varón. Es decir, que lo que se haga y se sea en la vida juvenil y adulta no pase por un tema de diferencia sexual, sino por un tema de capacidades y oportunidades.  
 Indudablemente que no es un tema nuevo, aunque el nombre sea el novedoso. Es un taller necesario, especialmente en estos días, en que los Femicidios han recrudecido y nos hablan de que la mujer sigue siendo víctima de la brutalidad y machismo masculinos. Cruzaremos los dedos para que esta iniciativa tenga éxito y pueda extenderse, no sólo a los infantes, sino también a los padres de ellos y así la siembra obtenga los frutos esperados. 
   Las princesas que ya estamos "creciditas", aunque sólo nos quede el sueño imposible de un  príncipe que no llegó a tiempo...ni a destiempo (jajaja), deberemos seguir en el mundo real de los plebeyos, tratando de ser felices solitas o con lo que nos  haya tocado en suerte (recuerden que hay "buena" y "mala" suerte, jejeje). Para las que están acompañadas y se sientan infelices, analicen su situación. Tienen dos opciones: o ver el vaso medio lleno, conformándose con el sapo que se cruzó en su camino... o....romper el vaso...y alejarse del batracio (jajaja).
Todo dependerá de cómo te hayas adaptado a este mundo contemporáneo en que las princesas somos una especie en extinción. Hasta pronto. Nos vemos...en palacio.

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