martes, 20 de febrero de 2024

Gatúbelas bonaerenses...

 Ayer...

    Aquí estamos, a 45 minutos de retirarnos del depto. en que pernoctamos estos días. Recién llegamos de haber desayunado en "Las medialunas del abuelo", un acogedor café chino, justo al lado de "nuestra" residencia. Por 6 mil pesos nos servimos un jugo natural de naranja, café o té, con o sin leche, con medialunas, cremonas o sándwiches de queso-jamón. Y todo bien conversado hasta las náuseas, 😂.  El día, ya a 26 grados, está caluroso. Ahora con las maletas ya cerradas, esperamos a don René Reinaldo, que nos llevará al Aeropuerto Ezeiza 

  Cuarenta minutos después estamos en el aeropuerto. Iniciamos todos los trámites, los que pasamos sin inconvenientes. A las 12,30 ya éramos mujeres libres.  Un par de mis amigas, con todo el poder, vistieron hoy estilo animal print. ¡Pobres adanes! Nada más digo, 🤭, para que no me reprendan, 😂 😂.Vuelvo atrás el tiempo y les cuento las vicisitudes y aciertos de estas Evas ya bonaerenses, luego de cinco días en la gran capital federal 

 El tercer día...

...tuvo de todo un poco. Cultura, mucho; comida, bastante, 😂; paseo por lugares emblemáticos; una caída con compra de terreno incluida,😁;libros, por montones; duchas y onces en piyama. Todo, re-divertido, aunque con una Eva adolorida de las pompis, 🤭🤭. Nuestro día comenzó - 🎶- temprano. Ni una novedad, pues a orillas de la Plaza San Martín hay obras de reparación de la calle o avenida y, como el sol sale re-temprano, los trabajadores comienzan a laburar ídem. Así que como a las 7,30 empieza el "shos" de los golpes de fierros, de máquinas, todo "música" celestial para un par de Evas más remolonas. De todas maneras, a la ducha igualmente entre "socho" y "sochoymedia", 😂, para, luego, desayunar un café con o sin leche o té con o sin jugo, dependiendo de los gustos, acompañado de pan tostado con huevo molido, manteca y jamón.     

   Ese sábado (el único que estuvimos en los B.A.) salimos a las 9 para lograr comprar entradas sin necesidad de hacer una fila interminable. Me refiero al tour por el Teatro Colón, famoso en el mundo mundial. 🌎. Nos incluyeron en el horario de las 10,25 a.m., por lo que teníamos una hora libre que quisimos aprovechar, toda vez que el Gran Obelisco queda apenas a media cuadra del teatro. Para allá partimos y realizamos toda una sesión de fotos grupales e individuales, más algunas panorámicas incluyendo Obelisco y letras corpóreas de Bs. Aires. Seguía quedándonos tiempo. Decidimos cruzar la calle e ir a vitrinear. Ahí fue cuando una de nosotras, al retroceder ante un vehículo, chocó con un tope de cemento y no alcanzamos a sujetarla, dando con toda su humanidad en el pavimento. La única pregunta, obvia y típicamente rancagüina, que alcancé a hacer, sólo mentalmente, fue "¿te le cayó?", 🤭🤭 (¡qué mala soy!). Las pompis de nuestra amiga le sirvieron de amortiguadores, aunque no resultaron tan ilesas. El golpe, al parecer, no fue tan suave. Felizmente para todas, especialmente para ella, al otro día ya no había efectos de la caída. ¡Uff!... Nos fuimos a vitrinear igual. Ya el tiempo de volver se acercaba y una ingresó a una Farmacia que no resultó de muy rápida atención. Eso nos obligó a caminar a marchas forzadas de regreso al Teatro para alcanzar a entrar a la hora asignada. 🏃‍♀️🏃‍♀️🏃‍♀️🏃‍♀️🥵🥵 y, si era posible, ingresar al baño, 🥴.    
  Visitamos varias salas del edificio emblemático, inaugurado el año 1908, refaccionado entre los años 2003 al 2010, con capacidad para 3000 espectadores, con 7 niveles para ubicación del público, con palcos especiales para el Presidente de la Nación y otras autoridades y con un "gallinero" con capacidad para 500 gallinas, perdón, asistentes (¡de pie!). Los detalles constructivos más destacados que mi memoria guardó (con menor capacidad cada vez para mi desgracia, 😬), dicen relación con el piso teselado del Teatro, con teselas instaladas una por una,  tarea que demoró años; la escalinata en tres distintos tipos de mármol (blanco, de Carrara; amarillo de Siena y rosado de Portugal). También  vi en el primer piso, mármol negro de Verona. En relación a los arquitectos, se sabe que el primero, Francesco Tamborini, no alcanzó a poner en ejecución la obra, pues murió súbitamente, a los 44 años; el segundo comenzó la construcción pero también estiró "la pata" (perdón por la falta de respeto,😬) a los 44, así que para asegurar la terminación del edificio optaron por hacerle una "cachaña" a la diosa Fortuna -o a la Parca- y contrataron uno mayorcito, lo que resultó ser una muy buena decisión (dijera nuestra amiga Naty). Los mitos urbanos no faltan.  
    Las lámparas colgantes -o arañas- son bellísimas y enormes. Gana el primer lugar la de la sala de espectáculos,  que pesa 1500 kilos, tiene 700 luces y permite la ubicación  de 15 músicos sobre su "techo", 🙄😲😱. Las otras sólo pesan 500 kilos, 😉. Vimos una sala llamada "Salón Dorado", muy hermoso, en forma de "L", con espejos, alfombras, lámparas, columnas y paredes con ornamentos en relieve dorados (pintura) y en un porcentaje de oro (en la parte superior). En pasillos y otras dependencias vimos pinturas de las Musas (8 de 9) y esculturas de grandes músicos y pintores. La escultura que recibe a la entrada del teatro, en gran dimensión es la de Beethoven, mientras que el conjunto escultórico "El secreto", en mármol de Carrara, presenta a la diosa Afrodita o Venus con su hijo Cupido. Lo que realmente me gustó, en lo personal, fue la Sala de Espectáculos. Nunca había ingresado a una y, en penumbras, se veía extraordinaria. Accedimos a ella desde el palco del segundo piso. La próxima vez que ingrese -no sé cuándo- será como espectadora real, aunque sea desde el gallinero,  😂 🐔🐔. 
   Al salir, antes de mezclarnos con la plebe callejera, pasamos a servirnos un cafecito al Café Teatro Colón. Yo me serví un plato de frutas, con lo que completé la casi ausencia de ellas en esos días. Salimos con un destino ya acordado: la Librería El Ateneo Grand Splendid. Al conductor del uber le costó llegar un poco pues el sistema había marcado otra dirección, pero pronto rectificó y enfilamos a ese importante centro de la cultura bonaerense. ¡Otra sorpresa! ¡Jamás había visto una librería con tantísimos libros! ¡Un escándalo, viste! 😂😂.¡Bromas aparte, lo que realmente me resultó un escándalo fue el precio de los libros! Busqué  uno de Santiago Posteguillos, la última novela histórica publicada y costaba 39.990 pesos. ¡Imposible comprar así! Consulté otros y aunque no tan caros, tampoco eran accesibles. Cambiando de tema, pero siguiendo al interior de esta tienda, cabe señalar que su gracia se la da el hecho de estar en una construcción que correspondía a un antiguo teatro, que se construyó en la segunda década del siglo XX, con 4 palcos y una capacidad para 500 espectadores. Esta arquitectura fue aprovechada el 2010 para instalar la considerada segunda más bella librería del mundo. Se ha transformado, no sólo  en un hito cultural, sino también  en un lugar de paseo y turismo. No compré  nada, 🤫, pero fue una bonita experiencia verse tan rodeada de libros y poder acceder a ellos. Lástima que si uno se cansa y debe esperar a sus compañeras, no hay dónde sentarse.   
   Después de ese tremendo baño cultural, no me creerán que nos dio hambre,😂😂.Partimos a otro lugar emblemático: Siga la vaca🐄, un restaurante con mucha tradición, modalidad tenedor libre, ubicado en un exclusivo rincón de Puerto Madero. Si bien el nombre no tiene nada de exclusivo, la comida es abundante y depende sólo del estómago de uno que se aproveche de la mejor manera los 21.900 mil pesos, lo que incluye una bebida de 1 litro por persona y sólo 1 postre (ahí anduvimos guateando; para subsanarlo pedimos 4 postres diferentes y compartimos). La otra gracia  es que amarran carteras o mochilas a la mesa con aquellas bridas plásticas imposibles de desatar sino es con tijera, lo que a uno le da la libertad de ir todas las veces que quiera a servirse comida sin necesidad de estar pendiente de sus pertenencias. En este lugar nos pasó lo que a muchos: nos entusiasmamos con las ensaladas y guarniciones y a la hora de comer carne el hambre ya estaba saciada. ¡Una pena! Moraleja para la próxima vez, ya saben, empezar con la carne y alguna pequeña porción de ensaladilla. Contabilidad  final personal: 3 platos llenos de ensaladas y guarniciones, un platito con dos presas de carne, 2 litros de cerveza, 1 de agua y medio de bebida gaseosa (bebidas compartidas), más un postre multisabor.

    [Entre paréntesis: con eso de la bebida me sucedió el primer lapsus linguae que recuerdo- en todo caso, no se fíen mucho de mis recuerdos, 😂-. Mis amigas me dieron a elegir a mí la bebida de la lista que recitó la garzona. Cuando vi llegar dos envases con líquido blanco, me asombré. Al ver uno de ellos con burbujas pregunté si era h2o con gas, no, me dijeron, es seven-up, 🙄, lo que tú pediste. No podía creerlo: yo había pensado Pepsi al hacer el pedido y dije seven-up, 🙈. Si no fuera porque 4 personas me habían oído aquello, hubiera pensado que estaba siendo víctima de una cámara escondida. Ahora que lo pienso, ¿no habrá sido eso? 🤔🤨. Como no grabé, no puedo afirmarlo, 🤣 🤣.  Este acto fallido me preocupa. Deberé cuidar mis palabras en presencia de otra(s) personas (sola puedo decir cualquier lesera, 😂), no vaya a ser cosa que mi inconsciente se transforme en mi mayor enemigo. Suerte que el viaje duró 5 días nada más y ése era el tercero. Espero no haber "metido la pata" inconscientemente en las horas que restaron del viaje, porque si no, difícil que vuelvan a invitarme, 😂.Cierro paréntesis mejor].

   Después de caminar variassss cuadras por el centro bonaerense, vitrineando y buscando souvenirs (a cuál más caro) regresamos al depto. Nos anduvimos perdiendo como grupo pero nos encontramos en las afueras del alojamiento, para tranquilidad de todas. Eso de no contar siempre con Internet es un problema fuera del país. Ese día, el tercero, terminó con una once más sencilla y casera, alguna en piyama, unas buenas duchas y descanso. Tuvimos toda la intención de realizar una salida nocturna, pero se nos echó la granja completa, 😂 (🐎🐖🦃).

  Cuarto día: 

..."¡andar en tren, 🎶,  es lo mejor...". Nos fuimos a Tigre, en el Tren de la Costa. En el trayecto de ida hacia la Estación Maipú, recorrimos 16 kms. en uber, una de las cosas baratas en Argentina en estos momentos - los uber-. Me sorprendió ver en el trayecto lo que es conocido como "Villa Miseria" (Villa 31) en mitad de la ciudad, unas cuadras a orillas de la carretera de construcciones precarias en grado sumo, algunas pintadas de diferentes colores. Uno queda impresionado de ver la pobreza que rezuman sus paredes, fierros, plásticos y tablas. De pronto me pareció estar frente a un montón de containers semidestruidos, unos sobre otros, en el más inestable equilibrio. No fotografié de ida, pues la impresión me dejó sin reacción. Al regreso le pedí a una de mis amigas que lo hiciera pues yo iba al medio del asiento, pero, al revisar, sólo pude ver dedos y rayos de sol con imágenes muy poco aprovechables, que debí enviar al basurero. Conclusión: no cualquiera puede manejar un Galaxy S 23, 😂.   

 El viaje a Tigre duró 25 minutos y nos costó apenas 400 pesos a cada una. Durante el trayecto se pasa por la localidad de San Isidro, lugar exclusivo de la provincia de Buenos Aires. Fue al comienzo de este trayecto que recién vimos grafittis al por mayor. En la capital no se ven, al menos en los lugares que visitamos. Pero también vimos mucha vegetación, en algunos tramos la ribera del río y sectores de camping, todo muy bonito a la vista, así como cada una de las estaciones de paso. 
   Una vez en suelo "felino", 🐅, buscamos el sector de paseos fluviales y, rápidamente, logramos acceder a una lancha de las típicas del lugar para recorrer por el lapso de una hora los cauces fluviales de los Ríos Luján, Carapachay, Angostura, Espera y Sarmiento, que son los que forman el Delta del Tigre. En el trayecto por el cauce fluvial se ubican cientos de islas, cuyo único contacto con la ciudad es a través de embarcaciones. Hay hermosas cabañas, mansiones, alguna iglesia e incluso escuelas. Los muelles de cada ínsula están a la vista, así como las embarcaciones privadas de sus residentes. Fue un bello y tranquilo paseo.    
   Una vez en tierra, un café de brunch, para contar con las fuerzas necesarias que nos permitieran recorrer el lugaruna feria artesanal ambulante y una hermosa y enorme Feria Artesanal en las dársenas del Puerto, con productos para el hogar hermosos, pero imposibles de traer hasta nuestros hogares. ¡¡Hora de almorzar!! Elegimos una parrillada para dos y no logramos comer todo. ¡Estuvo pantagruélica! Y lo mejor: acompañada de un buen vino tinto. Después de tan magnífico almuerzo, caminamos otro poco por el lugar y luego retornamos a la estación de trenes.   
   Al llegar a la Estación Maipú optamos por ir enseguida a cumplir con el último sacrificio: el famoso Café Tortini, visitado por artistas y gente famosa, caracterizado por hacer fila a la entrada, por sus bellos salones y sus espectáculos de Tango. Llegamos, hicimos la correspondiente fila con una breve espera de 15 minutos, ingresamos como divas que somos y...¡plop!, nos enteramos que los shows de Tango eran de lunes a jueves,😰😭😭.¡Nada qué hacer! Sólo restaba resignarse cristianamente. Para no perder el viaje ni las buenas intenciones, pedimos un "Té al atardecer", con el cual nos alimentamos perfectamente, inclusive quedándonos algo para el café de la última noche. Mostramos la hilacha guardándonos 2 medialunas, un brownie y un alfajor en una mochila, 😚😉. La noche nos sorprendió de regreso y una vez en el depto., descansamos, nos metimos a la ducha, tomamos café, preparamos las maletas y nos fuimos a la cama. Yo, sin querer queriendo, provoqué un gran susto a mis compañeras de habitación. Sentada en la cama, escuchando y viendo un video, me quedé profundamente dormida. Ante las llamadas de una, la otra, que estaba en el comedor, corrió a ver qué pasaba. Yo seguía pat'e laucha, 😃. Eso preocupó a la enfermera aficionada, que se acercó a mi bella persona con audífonos puestos. Ante la cercanía desperté tan imprevistamente que esta Florence Nightingale perdió toda compostura y lanzó un exabrupto, 😱😔😕, del que, a medio despertar, como buena académica de la lengua que soy, me quejé ipso facto, jajaja😂😂. 

   Ayer...   

   Al día siguiente, adelantándose al Día Mundial del Gato, mis compañeras de alcoba, se vistieron de felinas para despedirse en forma del Gran Buenos Aires. Así dábamos término a nuestro primer viaje juntas, con la cantidad perfecta de días, para que nos quedara gustando estar juntas y no tirándonos de las mechas, 😂😂. Después de todo no somos Evas fáciles de llevar. Somos las que somos simplemente, ni más...ni menos. Hasta pronto.

   




 

sábado, 17 de febrero de 2024

Pecadoras....

 

   Le doy un segundo mordisco. He elegido una pequeña. Antes de comenzar a comerla, hago un catastro de mis frutas y verduras en el refrigerador: cuatro manzanas🍎(sin contar la que he llevado al sacrificio), una ciruela, dos duraznos 🍑,  siete limones, dos pimientos morrones, tres zanahorias y menos de la mitad de dos lechugas. ¡Ah!  Me olvidaba de una berenjena, envuelta en papel film. Eso es lo que me queda para mi alimentación de estos días. Algunos limones deberán aguantar hasta mi regreso, salvo que quisiera preparar pisco souer, pero no. Estoy chantá -😁😂 - con licores fuertes. Sólo una copita diaria de vino. Mi cuerpo es un templo, 😂 😂.  Por eso no fui a la feria, no era necesario. 

  Antes del segundo mordisco, voy hasta el balcón, miro inquisitivamente a cada una de las plantas para ver si acaso no ha surgido algún otro fruto en la última media hora, 🤔. En una de ésas, hay alguna que quiera sorprenderme o actuar a escondidas, como si ya supiera o sospechara al menos su destino final : mi estómago. Lo único que he cosechado últimamente han sido ajíes, a cuentagotas, unos dos por semana. Pero mi paciencia no tiene límites -en esto-  : van,  poco a poco,  cubriendo el fondo de una bolsa ziploc al interior del congelador. Sólo cuando el envase esté casi hasta los bordes, tal vez en unos meses más, procederé a preparar una rica y picante pasta de ají casero,  😋😋.

  ¡Pobre Eva! Me refiero a la primera, no a las copias posteriores, entre las cuales, obvio, estoy yo, aunque sea una reproducción bastante deslucida ya.  Lo único que le envidio a ella  - a Eva- es el paraíso.  No sé cuáles serían las gracias de su Adán, así que prefiero no envidiárselo. Además, si así fuera, estaría cayendo en un pecado bastante cotidiano en la actualidad, pero aún inédito en esos tiempos, considerando que con UNA Eva y UN Adán no había manera de mirar para el lado, 😉. Nada de vitrineo en esos tiempos, ni siquiera como una actividad de sana entretención o de fortalecimiento de la autoestima. Fome la cosa por decir lo menos. En fin, cada época tiene su afán y, seguramente, serían otras las preocupaciones de aquella pareja. Aunque, que yo sepa, vivían sin problemas, con cero necesidades, alejados del mundanal ruido -¡qué ruido, si los dinosaurios ya habían estirado las pezuñas, 🤔- y a despensa llena. 

    Sin embargo, no hay nada peor que la ociosidad o la falta de un quehacer para "ganarse la vida". ¡Tenía la Doña que hacer lo que no debía y nos condenó a todas! No obstante, en su defensa, creo que el Gran Jefe hizo trampa. Bueno, trampa, trampa, no tanto, pero prohibió "expresamente" algo: no probar determinado fruto, sin otorgar fundamentos (¡un político  más!, 😒). Y ¡tate! ¡Qué le dijeron a Eva! 🤷 ¡Tenía que vitrinear y probar! 

     Ya es otro día. Si mal no recuerdo dejé una fruta en el árbol, perdón, en el refrigerador. Mi paraíso personal quedó sin su Eva. Definitivamente no hay Adán, hace mucho. Causaba más problemas que beneficios. Esta Eva ya no está para minucias de este tipo. No. Decide sola y se va hacia donde está vuelta.   

  Hace un par de días estoy con otras Evas, recorriendo las callecitas de Buenos Aires, ¿viste? El tiempo, espectacular (algo caluroso, pero no tanto); la comida, abundante; los edificios, espectaculares; lugares de interés, múltiples. Una ciudad populosa, limpia, al menos lo que vimos en la parte central y turística. También hemos estado en el Barrio de la Boca y en San Telmo, en los cuales observamos los efectos del paso del tiempo en su infraestructura y equipamiento urbano. Hay espacios críticos en las calles aledañas a Puerto Madero, que, felizmente, ha ido recuperando presencia con la instalación de modernos locales gastronómicos. Un plus ha sido el estilizado y blanco Puente de la Mujer, del arquitecto español Santiago Calatrava, que cruza el Río de la Plata.

 Hoy día estuvimos desde las 9,30 hasta casi las 19 horas subiendo y bajando de un bus turístico, que nos llevó por hitos interesantes de la capital trasandina. Pasamos por la Casa Rosada asimismo, que desluce un poco frente a un edificio más moderno y más imponente. Atención especial de nuestra parte tuvieron el Parque Japonés - en la mañana- y el Paseo de la Historieta - durante la tarde-, donde nuestra amiga Andrea, cual modelo, posó para el Galaxy S 23. Ella, fanática de la Mafalda, se ponía al lado de cada figura de la cabra chica que encontraba. 

   Si alguien se pregunta cómo es posible tanta belleza junta en la Capital Federal, la respuesta es fácil y lógica. En agosto pasado nos pusimos de acuerdo en hacer un viaje juntas, las tres Evas historiadoras y la que escribe. A esa fecha habíamos estado en Coya, en Chacayes, en Rancagua y Machalí, pero no más lejos que aquello. Por lo tanto, establecimos destino, fechas y cantidad de días. Lo que no sabíamos era que la realidad de nuestros vecinos cambiaría ostensiblemente y que el turismo de compra, uno de nuestros incentivos, ya no sería posible. Obviamente, el viaje lo mantuvimos, toda vez que las Evas esclavas del trabajo aún tenían incluido en su programa vacacional este viaje a la Ciudad del Río de la Plata. Vendríamos, entonces, a conocer y disfrutar una experiencia conjunta, en grupo.  

   Llegamos al Aeropuerto Arturo Merino Benítez a las 4,20 de la madrugada del miércoles 15 (anteayer), merced a uno de los Adanes -¡amoroso él!-, que con su troncomóvil condujo personalmente a este ramillete de Evas, con sus respectivas maletas al punto de partida. El vuelo daba inicio a las 7 horas. La revisión de nuestra documentación y de nuestras personas fue rápida -el equipaje partió obligatoriamente a la bodega, ¡grr!-, por lo que debimos esperar dos horas que se nos hicieron largas por la falta de sueño. La suerte nos permitió quedar en la misma fila en el avión, pequeño logro que auguraba un excelente viaje. En menos de dos horas, ya estábamos en el Aeropuerto Ezeiza, donde el trámite de ingreso estuvo lento por la cantidad de viajeros. Ya con nuestro equipaje, terminamos llamando un uber, decisión que nos ahorró más de un 50% con respecto al cobro de los taxis oficiales. ¡Vaya diferencia!  
     Dejamos el equipaje en el depto. reservado a matacaballos, porque por Dios qué exigente, demandante y llenadora la anfitriona. ¡Dale y dale con indicaciones y exigencias por whatsapp! Nuestra primera tarea, luego de dejar el equipaje, fue llevarle el monto restante del valor del alojamiento a una determinada dirección, lo que debía ir en un sobre, en billetes "grandes", nuevos y casi le faltó decir "con olor a tinta", 🙈 🙈.  Luego de aquello, ya pudimos dedicarnos a recorrer este nuevo paraíso, con libertad. Las Galerías Pacífico fueron las privilegiadas con nuestra visita, luego de cambiar algunos dólares en una Casa de Cambio. Nos sorprendimos que allí el valor de nuestra moneda, genéricamente hablando, estaba a muy buen precio, incluso un poquito mejor con respecto al dólar. En aquel lugar almorzamos. Nada extraordinario el almuerzo, pero el postre que nos servimos en otro local, bajo las pinturas del cielo raso de la cúpula, estuvo "re-rico", 😉.  Después, vitrineo, caminata, visita al Palacio Paz, búsqueda de un supermercado, compras  básicas y al depto. a tomar posesión.  
   Acaloradísimas nos quisimos ir a la ducha. Yo inicié la "tanda". ¡Huácala! 🤯 ¡Una tina con pelos de recuerdo! ¡Reclamo de inmediato! Nuestra "simpática" anfitriona debió mandar una persona "experta en sacar pelos ajenos de tinas desaseadas", 😠😡👊. Descansadas y con el encanto recuperado salimos, aún con luz diurna, a buscar un restaurante para servirnos pizza y cerveza. Sólo una Eva destiñó: pidió agua, 😒🙄. ¡Qué  sanita! Estaban ricas las pizzas (dos sabores pedimos). Luego, caminamos de regreso, bajo una temperatura exquisita. Habíamos  terminado nuestro primer día en Buenos Aires y estábamos felices. El cansancio nos invadió y pasadas las 22 horas ya estábamos todas en la ciudad de Durma.  
     Segunda jornada: la que ya les relaté, conociendo la gran ciudad con la ayuda de un bus turístico, a partir de las 9,30 horas. Bastante mal caracho tenía el primer chofer con el que hicimos contacto, pero, los demás, además de ser más guapos, tenían  mejor estado anímico. Fue una excelente decisión contratar el tour, además  del ejercicio consiguiente que significó subir, bajar y hasta correr para alcanzar el "Hop on, hop off". Ya les conté de los principales lugares visitados. Me faltó agregar, innumerables edificios icónicos de los que recibimos referencias, de las cientos de fotos tomadas, de los servicios higiénicos visitados,😅, de los vitrineos permanentes (parte de nuestra adn "evístico", 😉), aunque sin ninguna compra. El almuerzo bien conversado  con los anfitriones y algún otro comensal (una señora de sus años) y de precio bastante  conveniente. En lo personal, casi me las vi oscuras con el tremendo plato merluziano que solicité, 😄😁.  
   El cierre de nuestro segundo día estuvo espectacular. Reservamos cena en el Sky Bar de calle Corrientes, a las 21 horas, en el local ubicado en el décimo quinto piso. Casi como unas divas, esperamos nuestro turno en la entrada, fuimos llamadas (Natalia fue nuestra reservante) por una anfitriona y dejadas al interior de un ascensor, supersónico si lo comparamos con el de "nuestro" depto., 😁😁. Arriba nos recibieron como a las Evas que somos y nos llevaron a nuestra mesa con vista al exterior de la noche bonaerense. ¡Espectacular! Música 🎶 de DJ en la terraza, garzones rápidos y simpáticos. La que nos tocó a nosotras,  ¡divina! Tragos y platos para picar, todo re-rico, suficiente y económico.  Apenas pagamos 13.000 pesos, incluida propina, por esa cena exclusiva, a media luz, a 15 pisos de altura, con vista panorámica de la ciudad, con DJ a mano (es un decir nada más esto último, 😅). Un detalle: sólo  se puede estar dos horas en el Sky Bar. Cumplido el tiempo, echan, 🤣 🤣 🤣,a los comensales. Nosotras, siempre dignas y empoderadas, nos retiramos antes de que nos "inviten" a retirarnos. Otro uber de regreso y, sanas y salvas, estuvimos antes de las 23 horas en "casa" con todo nuestro encanto. Algunos comentarios felices y de satisfacción  completa, revisión del panorama para nuestro tercer día -hoy, que yo he iniciado antes de las 5 a.m.- y a las camas, de la cual me levanté más acalorada que "ocho".  
    A esta hora, casi las 6 a.m., la ciudad no duerme  para nada. La actividad en las callecitas de Buenos Aires sigue sin parar, pero, aunque parezca extraordinario, el gorjeo de aves va a la par. Es que estamos frente a la Plaza San Martín, amén de que esta gran urbe es generosa en parques y áreas verdes. ¡Una maravilla! Así pues, hasta aquí llego con el relato, que lo demás  está por venir y algunos detalles me los guardo sólo por discreción, lealtad, solidaridad  sororal y conveniencia,  🤐🤫😬🤭🤗. Hasta pronto. 







miércoles, 7 de febrero de 2024

Y llovía, llovía, 🎶 ...

   

   No, no ha llovido. No tiene para cuándo hacerlo. Con este título tampoco aludo a un relato de ciencia-ficción a estas alturas. Es simplemente la expresión de un deseo, la manifestación de un recuerdo sureño, la evocación del verso de una canción de Leonardo Fabio. Sí, ya sé que se podría pensar que se me cayó el carnet, pero esperen un poquito, que les cuente cómo es que este cantante, que estaba en el fondo del baúl de mis recuerdos, resurgió en gloria y majestad. ¡Wait a minute! 

   ¡Así no más es! (o 'asina es' en versión campesina). Luego de despotricar contra la lluvia en tiempos otoñales, invernales o primaverales, ahora, algunos o muchos clamamos por un poco de agua celestial, 😇. Pero que quede claro que no queremos lluvias torrenciales como aquéllas que se han visto en el hemisferio norte. Son más dañinas que la canícula en la que estamos inmersos, agravada en estos días por los incendios infernales ocurridos en varias partes de nuestro país, algunos extintos y muchos aún activos.    

   "¡Y llovía, llovía, 🎶!". En nuestro viaje por la Carretera Austral (¡por TODA la Carretera Austral, a excepción de Villa O'Higgins), como les conté en una crónica anterior, fungí de copiloto. Y entre las tareas primordiales estaba entretener a la conductora para que no fuera a caer en la modorra, lo que nos podría haber llevado derechito donde don Sata (¡más calor aún, 🥵). Así que, además  de conversar, le incitaba al canto. Como no tenía a mano ningún cancionero (¡otra antigualla, 😁) y mi memoria "cancioneril" está en absoluta decadencia, recurríamos a Spotify (cuando teníamos señal de internet). En los Mix de canciones en español siempre aparecía Fabio y, a pesar de que mi amiga conductora es de una generación y media más joven que quien escribe  -o sea yo, 😉-, se sabía mejor las letras que la susodicha, incluso de las canciones de este cantante. La Ely, en tanto, no nos ayudaba mucho en esta expresión artística, pues señaló en alguna ocasión, que tenía mala voz. ¡Uff! ¡Qué queda para mí, pienso yo, con esta voz de tarro! 🙈.  En fin, la cuestión de preservar la vida era prioritaria, así que vamos cantando no más, con la voz que saliera, con desafinaciones, gallitos y demases. Fabio, Raphael, Camilo Sesto, Joaquín Sabina, las Rocíos españolas, Juan Gabriel,  etc., estaban en nuestro repertorio (viejitas pero bonitas...las canciones, 😂). Cuando más éxito tuvo Fabio entre nosotras fue las veces en que no teníamos  acceso a Internet, así que debíamos cantar a capella. De pronto, en medio de la conversación, aparecía una palabra de alguna de sus canciones y una de las dos comenzaba la canción, casi como en un concurso, al mismo estilo que el personaje del Indio Bolsero (del programa Jappening con ja; ojalá lo recuerden para que me entiendan). Así fue como, en medio de "estas calores", me acordé del versito aquel de la canción de Leonardo, que no era la única que cantábamos, según la Queen, "recitábamos", porque ni la voz del cantante original ni las nuestras daban para más, 😂 😂 .¡Qué  envidiosa!, ¿no?

   Y mientras el calor sigue afuera, sobre 30 grados, TODOS los días desde que regresé a palacio (el 31 de enero), la añoranza de un día, al menos, con una buena lluvia no deja de ser un deseo preciado. Más encima, en estos días estoy con la ducha a medio funcionamiento, lo que me tiene más "chata" con el calor. A cada rato debo ir a poner la cabeza bajo la llave del lavamanos para aminorar la temperatura.  En fin..., felizmente mañana -cruzo los dedos🤞🏽🙏 para que así sea- vendrán a hacer el arreglo que me permitirá ducharme una vez cada hora si se me antoja, 😂.   

   En el intertanto, he vuelto a mi dieta de lechugas y berenjenas como base de mi almuerzo, con algún elemento cárnico para amenizar. He dejado la cerveza (🙈 ¡es increíble lo que obligan a hacer las malas compañías!), he retomado mi dieta de media copa de vino 🍷 en cada almuerzo (como antioxidante, claro, 😉), pero sigo firme con el pan, 😪😭😭. No puedo dejarlo, soy adicta a este alimento. Así que difícilmente podré disminuir peso, volumen y % de grasa en mi bello cuerpo. No me quedará otra que seguir poniéndome modelador cada vez que tenga una reunión  social para no verme tan cuadrada, 😬🥴.¡Pobre modelador, qué culpa tiene él!  😂 😂 .

   En lo lectural, les comento que terminé de leer el tercer volumen de una saga de novelas históricas de la época del Imperio Romano, esta vez, de cuando ya había comenzado su decadencia (fines del siglo IV e inicios del V d.C.). El escritor, un académico español contemporáneo, Santiago Castellanos, en un estilo liviano, atractivo y con mucha información histórica (mezclada con la ficción; no olvidemos que es una novela) logra una vívida descripción  de la realidad social,  política y económica que se vivía en aquellos tiempos. Primer volumen: Martyrium. El ocaso de Roma; tomo II: Barbarus. La conquista de Roma; tomo III: Gothia. Muerte en Barcinona. 

   La lectura de estas obras ha sido una larga lección en 1464 páginas, que no se hace interminable  gracias a la agilidad de la narración. Martyrium..., el primer volumen, habla de los tiempos en que en Imperio Romano tuvo cuatro emperadores y ya empezaba a mostrar relevantes signos de decadencia, los cristianos habían vuelto a ser perseguidos y martirizados, mientras Constantino, hijo de uno de los gobernantes, logra hacerse con el poder total, mientras la fe cristiana alcanza el status oficial gracias al bautizo in extremis del emperador, aunque hay dos líneas irreconciliables. En lo personal, me vi sorprendida por uno de los escenarios históricos de la novela, la ciudad española de Mérida (Augusta Emérita en ese tiempo), que visité el año 2017 y de cuya mártir cristiana (que aparece en la primera parte de esta novela) yo había tenido noticias in situ, Sta. Eulalia, al visitar un museo y la Basílica Sta. Eulalia en Mérida. 

   En el segundo volumen, Barbarus..., continúa la lección histórica. Es el tiempo en que los hunos comienzan a ampliar sus horizontes e inician sus incursiones desde el continente asiático. Víctimas de la aparición de los hunos en las fronteras de Occidente son Eldes y Dago, dos niños godos, quienes sobreviven y emigran junto a los sobrevivientes de su etnia hasta las fronteras del Imperio Romano, para, años después, llegar hasta la misma Roma y ser testigos -ficticios- del saqueo de Roma a manos del ejército de Alarico en el año 410 d.C. 

    Por último, el tercer libro de la saga, Gothia..., se desarrolla en Barcinona (la Barcelona actual). Corre el año 415 d.C. El rey de los godos, Ataúlfo, está casado con Gala Placidia, hermana del emperador romano de Occidente, Honorio. Se vive un proceso de negociaciones entre ambos gobernantes, lo que permitirá una integración del pueblo godo al imperio. Gala Placidia está a punto de dar a luz, hijo que es depositario de la esperanza de paz de muchos. Sin embargo, no todos tenían los mismos objetivos y esperanzas  en ambos bandos. Es así como se da muerte violenta a Ataúlfo y los líderes se suceden, mientras los ciudadanos sufren las consecuencias de las luchas de poder. Nada nuevo bajo el sol, como pueden ver.

  Ya se alcanzan 20 grados de temperatura de los 33 pronosticados para hoy miércoles. Hasta el 20 de febrero el termómetro seguirá marcando temperaturas similares. Nada de lluvia en un futuro próximo. Tal vez deba salir a encontrar la lluvia en otras latitudes. Por el momento, me conformaré con la ducha, 😊...y con las canciones de Fabio. Hasta pronto.