martes, 31 de enero de 2023

El gran escape...

 

   Hoy 28 enero aún estamos en Tacna. No fue tan fácil hacernos a la idea de venir con la posibilidad cierta de encontrarnos con alguna manifestación popular. ¿Qué hacemos acá?, se preguntarán algunos. Pues asistir a la gran fiesta gran del casorio de mi hermano. La tradición propia de las ciudades y pueblos fronterizos se ha desarrollado con mucha fuerza en esta zona. La codependencia entre Arica y Tacna es extraordinaria. Cuando hay cierre de frontera, como sucedió durante la reciente pandemia (seguro que habrá más en el futuro, por ello el uso de 'reciente') la catástrofe económica es un hecho, principalmente para Tacna. En épocas "normales" la cantidad de chilenos que llegan hasta Tacna es numerosa. La razón: compras de todo tipo, asistencia a eventos y turismo.  Aunque en la actualidad ha habido un alza en el cambio de moneda peruana, aun así sigue siendo muy conveniente para nosotros. Debido a ello, en el casorio familiar, la ceremonia civil se realizó en Arica (ni modo que en Tacna, 😂) y la fiesta en Tacna, situación ya transformada en costumbre por estos lares. 

   Sin duda todo se habría desarrollado sin sobresaltos para los Contrayentes si Perú no estuviera pasando por una gran inestabilidad política y social, que hizo crisis con la acción política del ahora ex presidente, que lo llevó a la prisión acto seguido. Desde el comienzo de las manifestaciones hubo cierta preocupación por parte nuestra, pero que desechamos al ver la distancia temporal con respecto al evento matrimonial (desde el 7 de diciembre 2022 al 27 de enero 2023 cómo no se iban a arreglar las cosas, pensamos). Así y todo, cuando faltaban unas dos semanas, sin que el "estallido" peruano amainara -al contrario- surgió la duda acerca de si la fiesta se celebraría de acuerdo a lo planificado. La visita prenupcial de los novios al lugar faltando sólo una semana aclaró todas las interrogantes y no hubo cambios de última hora. Así que aquí me tienen, escribiendo sobre las peripecias de una invitada a un matrimonio "plurinacional",😂(más correcto sería "binacional", ¿no?). 

    El matrimonio civil fue discreto, sobrio y familiar. Una hermana por parte de la novia, tres hermanos por parte del novio, una amiga de la novia y el juez, 😁. Charla inicial a puerta cerrada entre juez, novios y testigos y luego la ceremonia propiamente tal. Obligaciones y deberes (hay uno que será imposible cumplir: 'procrear',😃; ya no están para esos trotes), juramentos y aceptaciones, firmas, felicitaciones y fotografías. Bonito. Apenas salimos del Registro Civil, la Novia se dio a la fuga,😂,rumbo a Tacna. El Novio, en conocimiento de aquello -por suerte no era sorpresa 😃- permaneció  en compañía de los familiares invitados (9 en total), con quienes pasó su noche de bodas. Claro que en el intertanto no faltó la visita al Agro, un buen almuerzo pagado según peso, un recorrido por el Mall Plaza para terminar en El Morro ariqueño. De allí a la parcela en el Valle de Lluta y a la espera de los últimos invitados familiares que llegaban desde Pto. Montt en un viaje tan accidentado como el de Marco en "De los Apeninos a Los Andes".   

   De casi madrugada al día siguiente hubo que levantarse. Los invitados iban repartidos en tres vehículos, dos con invitados externos y uno conducido por el novio. ¡Uff! El trámite por el Complejo Fronterizo Sta. Rosa (frontera peruana) fue todo un "cacho". Dos horas de fila entre decenas de viajantes, al comienzo a pleno sol, fueron una soberana lata. Eran las 8 hrs. chilenas y las 6 peruanas. El escaneo del equipaje fue la parte más tensa. Cada viajero adulto portaba en su equipaje 3 botellas de vino u 8 cervezas. Con la cerveza no hubo ni siquiera consultas; con las botellas sí. Sucede que está absolutamente prohibido pasar pisco chileno. En un vehículo una invitada llevaba 2 piscos. Antes de que se los confisquen prefirió abrirlos y vaciar em contenido en el baño. Nada de pisco chileno gratis para los peruanos,😒,seguro pensaría. No tuvimos problemas, aunque sí preguntaron. A mí, que llevaba una mochila del Novio con un notebock última generación, me atajaron pues creyeron que llevaba licor. 😂😂, quedaron frustrados luego de revisar.   

   Una vez revisado el vehículo, enfilamos para Tacna asombrándonos de la gran cantidad de olivos plantados en pleno desierto. ¡Qué plan más óptimo para recuperar la tierra! Llegamos al Hotel y disfrutamos un rato de la frescura del jardín interior aledaño a la piscina bajo techo y temperada, para mí absolutamente inapropiada (no resisto el agua tibia en verano). Luego partimos a tomar un rico desayuno, con un sanguchote pollo-palta y un jugo delicioso (famosos para nosotros los chilenos porque son de pura pulpa), para completar la mañana con compras varias. En mi caso, mi gran adquisición fue un par de nuevos anteojos, mientras mis parientas compraban recuerdos y otros artículos. El almuerzo primero fue en un local con opción buffet, que no nos gustó mucho que digamos. Los postres eran para el olvido, pero nos divertimos igual e hicimos una salida al estilo caribeño. 

     Y llegó el momento de la Fiesta de Esponsales, para lo cual hubo que dirigirse en taxi a un salón de eventos en el distrito de Pocollay, el que lucía espectacular a nuestra llegada. Alcanzamos a ver a la novia antes de abandonar el hotel, pues el taxi demoró bastante en llegar. La pareja se veía fantástica: él  con un terno azul y una corbata gris que bajo el nudo tenía una serie de pliegues (nunca había visto una corbata de esa manera; no es que acuda a muchas bodas tampoco), en tanto la novia vestía de tal con un hermoso traje color blanco invierno o crema (¿?), de vestido largo y pantalón. Ambos se veían  estupendos y sólo restaba envidiarles. Pronto vinieron los saluses, un baile-coreografía, la torta, palabras de los esposos ya y de sus testigos, seguido todo de la cena, el lanzamiento del ramo y de la liga, culminando todo con el baile general amenizado por un Dj. Entre baile y baile alguna que otra concurrencia al bar (estaban harto buenos los mojitos). Luego fue la hora de los recuerdos, la degustación de la torta y no más porque, en nuestro caso no cerramos el baile  sino que nos fuimos antes (un par de menores y la posible amenaza de no contar con movilización para regresar nos decidió a ahuecar el ala antes del término).   

   El día siguiente hubo que levantarse temprano -temprano para la hora peruana, aunque no para la nuestra- para gozar de un desayuno buffet contemplado con el alojamiento. Yo me equivoqué en la hora de la alarma y no hice la reconversión, de manera que en lugar de levantarme a las 7,30 lo hice a las 5,30 y no me di cuenta sino bastante después. Así que debí rellenar el tiempo de espera, lo que hice tejiendo y luego me fui a dar un chapuzón en la piscina en solitario. ¡El agua estaba más que tibia!¡Uff! Di unas vueltas olímpicas y me dirigí a la ducha de la habitación. No fui, al parecer, lo bastante rápida, pues el exceso de cloro de la piscina me afectó la piel, pero nada tan grave. Fue mi única experiencia inmersiva.     

    Decidimos utilizar el sábado para ir a comprar a la famosa Feria 28 de julio. Pero antes esperamos un rato en la Avda. de los Juegos de agua, con el objetivo de aminorar el calor (eran recién las 10 de la mañana y el calor era inmenso). Estuvimos hasta pasadas las 14 hrs. vitrineando y comprando, para, cerca de las 14,30, dirigirnos al restaurante de encuentro. ¡Quedamos bajo la mesa, 😒! Nos vimos en la obligación de conformarnos con la mesa del pellejo. Para vengarnos nos sacrificamos con un brasero de variadas carnes, entre ellas de alpaco (¡pobre animal!), ensalada surtida, chicha morada y un duuuulce suspiro limeño para cambiar el sabor, 😋😄. ¡Vaya banquete! El lugar era fantástico: enormeee, con música y bailes típicos en vivo. Lo curioso : nos asombró ver pasar platos con cuyes, fritos, doraditos y estiraditos cuan largos y anchos "eran" que serían engullidos por otros comensales, ¡guácala!   

   En la tarde, hicimos la visita obligada a la Catedral y al Arco de los héroes. De allí hasta el hotel, a excepción mía que seguí buscando en qué invertir los soles que me quedaban. La tarde anterior en que estuve recorriendo sola una avenida comercial, debí salir pitando a paso rápido, pues los locales bajaban sus cortinas ante el acercamiento de una manifestación. Uno de mis hermanos incluso quedó "encerrado" en un local. El día sábado no hubo problemas. No encontré sandalias-ballerinas de aguayo, pero encontré pareja para mi anillo swaroski comprado en Rep. Checa, además de unos aros y un colgante o dije (como le llaman por estos lares). Luego, al hotel, a descansar, tanto tanto, que pasé de largo hasta el otro día.

   Culminamos nuestra visita en territorio peruano pasando al pueblo llamado La Yarada Los Palos, con una playa extensísima a orillas de un Pacífico con mucho oleaje, aves y medusas. Fue una visita hermosa, aunque sólo nos mojáramos las patitas. Almorzamos un abundante "combo" con ceviche, chicharrón de pescado y arroz con mariscos. ¡Uff! Contundente y delicioso.

   Al terminar mi reporte tacneño cabe destacar, si no lo hice ya en una ocasión anterior, la sequedad de la tierra, con lo cual luchan denodadamente a diario sus habitantes y de qué manera cultivan olivos, limones, tomates, vides y otros productos, como los vistos en las plantaciones camino a La Yarada..., localidad al interior, ubicada sólo a 10 kms. de Arica. Lo otro destacable es la capacidad de emprendimiento de la gente, que transforma al comercio en su gran fuente de ingresos sustentada en el turismo. La atención en los hoteles es muy buena y, obvio, todo más barato que en nuestro país, al que ingresamos con menos demora, por suerte, y a una muy buena hora del día domingo. Hoy estamos en Iquique y recién estoy terminando de escribir nuestras aventuras en Tacna, que, felizmente, no tuvieron mayores inconvenientes, salvo un pequeño susto. Hasta la próxima. 












martes, 24 de enero de 2023

En viaje...

  

   En los tiempos lejanos en que esta escribidora era una bella adolescente recuerdo que existía una revista con ese nombre. Al escribir el título me acordé de aquella publicación, que a los 40 años -de la revista- dejó de existir, justo en 1973 (¿coincidencia?). Era publicada por Ferrocarriles del Estado, cuando ésta era una empresa poderosa en nuestro país. Entre otras cosas, promocionaba el turismo nacional. 

   Precisamente, voy en viaje, familiar y de turismo también, aunque ya he estado unas cuantas veces en la zona y ciudad de Arica. Un evento familiar -un casorio- reunirá a parte de la tribu. Los tres hermanos mayores de la dinastía Álvarez Saldaña acompañarán a otro hermano, uno de los menores, Patricio, para apoyarlo en este difícil trance, 😂, y también para evitar que se arranque y nos deje en vergüenza, 😂. En total seremos 8 los viajantes "sureños" (Puerto Montt, La Unión, Valdivia, Coronel y Rancagua). Mi hermano -el novio- ha recaído. Son sus segundas nupcias. No cualquiera hace eso. De todas maneras ya hay precedente en la familia. Otros podrían haber repetido la misma hazaña, pero parece que han faltado ganas. Las mujeres, ni hablar. Nuestro lema: "más vale solas que...". Hay uno solo en el lote que ni siquiera ha intentado volver a probar suerte, claro que es porque no lo han dejado, 😂.  Valiente el novio, que antes de cumplir los 60 -en marzo los cumplirá- contraerá el sagrado vínculo...otra vez. En fin, cada uno con su cada uno.

   Así que aquí me tienen, en el Aeropuerto Nuevo Pudahuel, haciendo hora, pues mi avión -perdón, el avión-  emprende el vuelo a las 04,33 y son recién las 22,30 hrs. No imaginé que fuera tan tranquilo el ambiente en este horario. No hay ningún humano a la vista, así que me felicito por esta situación, esperando que dure bastante. Les comparto que durante estas semanas he estado en un proceso de soledad voluntaria, saliendo poco de palacio y dedicada a labores "femeninas" (así le decían antes de que surgiera todo este empoderamiento actual) 

   He estado cual Aracné multicolor, tejiendo casi todo el día, pues mi objetivo ahora es adornar mi veintiúnico chaise long, antes de que el material plástico, imitación cuero, comience a deteriorarse. Hoy día terminé, a matacaballos, un nuevo lado de los cojines para la espalda (son 3 con dos lados cada uno). Este último trabajo lo tejí a palillos con un punto de fantasía y dos colores. Quedó bonito. Lástima que olvidé fotografiarlo terminado. Lo haré al regreso. No me fue fácil tomar la decisión de cambiar de crochet a palillos. Hacía añossss que no los tomaba; por suerte estaban a la mano. Debo señalar que,  cual Penélope, probé varios puntos y tamaños. Hay una técnica llamada 'tapestry' en crochet que la encontré maravillosa, pero también demorosa. Alcancé a tejer el ancho de un cinturón y estaba quedando muy bonito, pero avanzaba "re-poco", así que desarmé y tomé los palillos. Ya no quería seguir haciendo cuadraditos y triángulos (había tenido bastante). Lo que sí decidí es aplicar la técnica tapestry en un bolso o mochila, luego que termine mi actual proyecto, dentro de unos dos meses (aún me falta bastante y quiero técnicas y diseños distintos en cada sector del sofá).

   Claro que no todo ha sido tejer. También ha habido literatura, bastante, pero no lectura, sino en formato de audiolibros. Me he transformado en una 'escuchadora' cotidiana. He incursionado en varios cuentistas, a los que habitualmente dejo de lado en mi lectura, pues prefiero las novelas: García Márquez, Juan Rulfo, Edgar Alan Poe y unas autoras desconocidas. Quise rememorar la lectura de Rebelión en la Granja de Orwell y Crónica de una muerte anunciada de García Márquez.  Por primera vez conocí una obra -dramática- de Nicolás Gogol: Diario de un loco. Me impresionó la creatividad. También escuché de León Tolstoi ¿Cuánta tierra necesita un hombre?, un relato sobre la ambición humana, que se transforma en desmedida mientras más se alimenta. Lo último escuchado fue de Stefan Zweig, austríaco, Novela de ajedrez. ¡Me encantó! Tiene un estilo realmente exquisito el escritor. Este relato me recordó la miniserie "Gambito de dama". Había escuchado referencias y recomendaciones acerca del texto, pero como no soy amante del ajedrez -amante de nadie, en verdad,😂nunca había acogido la recomendación, aun habiendo leído  y degustado a Zweig, perdón, a la obra de Zweig (debo tener más cuidado en no provocar dobles interpretaciones para no verme obligada, luego, a decir que "me sacaron de contexto"). Así que este par de últimas  semanas ha sido muy productivo en lo referente a literatura.  

   ¡Uff!,  me ha dado sueño. Aún no es hora de  Cenicientas y ya estoy cabeceando. No fue un día descansado, pues además de que dormí poco y mal anoche, hoy debí preparar equipaje luego de un cuasi-desfile de modelos a solas, buscando prendas asentadoras y adecuadas para la ocasión y el clima. También debí asear con especial atención algunos sectores de palacio, regar el huerto-jardín concienzudamente, dejar todo muy ordenado y limpio y todo realizado en un ambiente muy caluroso. Creo que dejaré hasta aquí el escrito. Han llegado humanos al lugar. ¡Una pena! Cambiaré de actividad para espantar la modorra. Ya les contaré novedades del gran evento y del viaje. Hasta pronto. 

miércoles, 18 de enero de 2023

Poisson...

    

   Poisson es una palabra curiosa, por decir lo menos. Equívoca, pues existe en los idiomas más cercanos a nosotros -inglés y francés- pero con significados diferentes, inconfundibles, que sin embargo, nos llevan a confusión. Poisson significa 'veneno' y 'pescado', en inglés y francés, respectivamente. Si aquello quedara aquí, no habría mayores inconvenientes. El problema es que "veneno", en francés, se escribe poison (con una sola "s"). Para confundirse, ¿verdad? ¡Claro que sí! Si ya muchos solemos tener problemas con la ortografía de nuestro propio idioma, cómo no tenerlos con la de un idioma extranjero. Yo había sabido de este caso con anterioridad, pero como no hablo ninguno de estos idiomas (sólo manejo algunas palabras sueltas y ciertas reglas gramaticales de cada uno) ya se me había olvidado. Debí recurrir a Google para aclarármelo convenientemente y no cometer errores. Si a pesar de ello, los hay, esquiusmi, plis,😊

  La elección del título tiene que ver con dos eventos relacionados, uno internacional y otro personal. No escribiré de la sustancia letal en sí (eso se lo dejo a los químicos, a los asesinos o a los suicidas; cada loco con su tema), sino de su significado metafórico. ¡Cuándo no!, pensarán algunos. Debiera responder, "¡obvio!, pastelero a tus pasteles", pensando en mí misma, aunque no siempre mis "pasteles" puedan ser los más perfectos ni deliciosos. Voy a hablar, en fin, de esas personas que tienen el toque de la cobra o del alacrán, 😂, que en más de una ocasión cada cual lo ha tenido y sentido -me refiero al toque-. Las dos caras de la moneda suelen darse: unas veces victimarios, otras, "vístimas". 

   En lo internacional, no me queda más que exclamar: ¡Shakira, cómo tanto poisson y poison! Sin duda, una mujer de cuidado. No hace mucho, el 2005, en una canción decía "No se puede vivir con tanto veneno...". ¿Y que hemos tenido ahora? ¿Efecto ratardado, Shaki? ¡Ya lo sabrá Gerard! Me parece escuchar a Mark Anthony tararear"Mala, me saliste mala..." Nosotros, morbosos espectadores de la desgracia ajena, nos divertimos con esos "sabrosos" detalles faranduleros. Si fuera y estuviera sola en esa ya ex-relación yo podría entender y aceptar, en parte, su actitud, incluso aunque nada más sea como estrategia de terapia personal.  Pero no estás sola, Shakira, están también tus hijos y tú te "cargaste" el cariño, respeto o lo que sea que esos niños sientan por su padre, que no deja de serlo porque ustedes se separen. Poco digna tu actitud ¡qué quieres que te diga! Las relaciones sentimentales, aunque estén archifirmadas y juramentadas, ya no duran para toda la vida (son las menos las que sí). Además de estar consciente de aquello, hay otro "detallito" que tenías en contra y deberías haber considerado, colega (por género, no por profesión, 😅): eres 10 años mayor. Capaz que se te ocurra preguntar -me refiero a la Shaki- ¿cómo estamos por casa? 😁.¡Graciosilla! No pues, estamos hablando de ti, si tú eres la importante y te has expuesto a ello también; yo, en cambio, soy una doña nadie. Una mujer o un hombre que inicia una relación amorosa con una persona de quien la separa una significativa diferencia de años, tiene estadísticamente menos probabilidades de duración, especialmente si la mujer es la mayor. Eso todas lo sabemos, aquí  y en la quebrada del ají.  Además,  amor a la fuerza no es amor. No podemos obligar que alguien nos quiera y hay que aceptar hidalgamente estas rupturas y golpes que experimentamos mientras vivimos (quizás si en otra vida  también  los suframos... in aeternum). ¡Mucho veneno, sin duda! Ahora, si fue sólo con un propósito comercial y publicitario, peor aún. Una persona maquiavélica es más de temer que una despechada. ¿O no?

   En mi vida, asimismo, he debido sufrir los efectos nocivos de esta letal actitud. Capaz que yo más de una vez también haya "inoculado" algunas gotas. La rabia es muy mala consejera. Sin embargo, el efecto más dañino, tanto para la víctima como para el victimario, es cuando la sustancia está concentrada, reposada, planificada y aplicada con frialdad. Conocí a un par de mujeres con las cuales me asiste la duda acerca de si ya estaban en la segunda etapa o iban hacia allá. Felizmente, mi estado actual de reposo etario me sacó de su rango de acción -¡por suerte!- así que estoy a salvo, ¡uff!  

   Pero, definitivamente, hay otra persona con esta "arma" a mano cerca mío, acá en palacio. Pareciera pertenecer al primer grupo, así que evitaré contacto cercano que provoque su ira, aunque no puedo asegurarlo. Deberé revestirme de tranquilidad, inspirar profundamente y espirar con un sonoro 'omm' en el momento en que ponga un pie fuera de palacio para estar preparada. ¡Qué lata!, ¿no? Me busqué solita el problema tratando de cooperar con la comunidad y entrando en relación con personas tan complejas emocionalmente. Al ejercicio yoga anterior deberé agregar jugos Andina, a ver si creo anticuerpos para enfrentar de forma exitosa la mala onda. Si conocen otra receta, me la hacen saber, plis. "Hoy por ti, mañana...quién sabe", 😉.  Hasta pronto.  

jueves, 12 de enero de 2023

¡Al fin...!

  

   Este título comodín me servirá para explicar varias situaciones ya presentes en este nuevo año. Me devané los sesos buscando el "más mejor" y ¡tate!, al fin lo hallé,😁. ¡Empezamos! ¡Por fin, viajé a Santiago! El martes. Madrugué para lograr estar allá en horario matinal de primera hora. A las 9,15 horas ya estaba bajando del bus en el Terminal Sur y caminando entre vendedores ambulantes de todo tipo y nacionalidad para poder llegar a la estación del Metro U.de Santiago, sin saber si la tarjeta bip, al fin encontrada en uno de mis portadocumentos, me serviría  para 'cargar' el dinero del importe del pasaje. Debía usar el Metro, debía llegar a calle Teatinos (no estaba invitada a La Moneda, por si acaso) y no sé llegar de otra manera sino en este medio de locomoción. Claro, están los taxis, pero quién va a pagar un taxi si no lleva nada de equipaje. Sólo alguien a quien lo sobre el 💰 ,que no es mi caso. Felizmente, aunque la tarjeta debe tener unos 17 años -toda una adolescente,😆- estaba en buen estado para ser utilizada. Hacía más de cuatro años y medio que no había salido a respirar el aire contaminado de la capital -me refiero a la tarjeta Bip-. Me subí al tren, con toda la suerte que pudiera esperarse: la cantidad de usuarios no era extrema, lo que me llevó en el mínimo tiempo a estación La Moneda y sin ningún contratiempo. Salí de las entrañas de la tierra, 😅, por cualquier lado, tanto así que me desorienté. No sabía hacia dónde estaba el Palacio -de Boric, no el mío-. Pregunté a una vendedora que se estaba instalando en la vereda. Me contestó en peruano,😂,  indicándome la dirección en que debía ir. Unas instantáneas a La Moneda antes de que la bombardeen, perdón, un deja vu, 😂, y caminé por Teatinos. Iba al Ministerio de Relaciones Exteriores. Alguna "relación" que busque, me dije, 😁. No, bromita; la razón que me llevaba allá era otra más pedestre. 

 Ya les conté en octubre que perdí o me sustrajeron el dinero, junto a parte de mi documentación en la ciudad de Viena. Sucede que el 23 de noviembre, a casi un mes de haber regresado del tour, recibí un e-mail del Ministerio de RR.EE. para que confirmara mi identidad, pues se habían recibido unos documentos a mi nombre. Respondí y me dieron los antecedentes de los documentos y el horario para retirarlos. Faltaba poco para viajar al sur así que dejé el trámite para mi regreso, cerca de Navidad, lo que no concreté por el exceso de comercio en las calles por esas fechas. El martes -¡al fin!- puse en práctica esa tarea pendiente. En realidad, podría haberme desentendido, pues los documentos los había invalidado (a excepción de la tarjeta Ripley, que ni me acordaba que estaba en el mismo lote). Pero me invadió la duda del dinero perdido -o sustraído-, además de incomodarme la idea de abandonar unas tarjetas con mi nombre. Al ingresar al edificio, debí pasar por scanner mis cosas. No había pensado en esa posibilidad, así que llevaba en mi mochila una aguja de crochet y una tijera pequeña para cortar hilo, lo que fue observado a través del aparato. El hombre me dijo "lleva una tijera pequeña, pero no creo que vaya a usarla". Me reí y le expliqué que andaba con mi tejido, de lo que debe haber dado fe el scanner. Cero problema. Ubiqué rápidamente la oficina y al escritor de mails y pronto tuve los documentos en mano. Sólo enviaron estas tarjetas, me dijo el funcionario. Ni modo, pensé yo. Si hubieran devuelto el dinero, habría quedado enredado en cualquier parte.  

   Antes de las 10 ya estaba desocupada. Al salir me dirigí a la entrada posterior del palacio presidencial. Estando en la plaza -no sé cómo se llama- me di cuenta de que el edificio estaba adornado como un paquete de regalo, pues dos "cintas" tricolores, una con los colores de Chile y otra con los de Venezuela colgaban desde el techo al suelo. Como no supe explicarme la razón de ese ornamento me acerqué a un Sr. Carabinero que estaba en la plaza. Lo saludé y le pregunté. Me dijo, sonriente, que ahora íbamos a ser Colombia. Ahí me acordé de Petro, el presidente ex guerrillero del M-19 (tu pasado te condena, Petro, aunque parezcas un caballero ahora). A título seguido, el Carabinero agregó que las cintas eran por la visita del Presidente Petro, que se va hoy, añadió  (lo que no sabía el policía ni yo es que Petro había ahuecado el ala de madrugada). Le respondí "¡Qué bueno!" [que se vaya Petro]. Nos sonreímos ambos. Tomé un par de fotos y me acerqué a una  bajada -o subida, depende de la circunstancia personal- de Metro -no Petro- y me dirigí a la Estación Central. Mi idea era irme caminando desde ahí hasta el Terminal de buses y ver si en el camino encontraba algún local con productos textiles finos (hilos para tejer a crochet, 😅). Lo que encontré fue mucho vendedor ambulante (aunque aún no era hora punta) y basura en la calle.    

  ¡Al fin logré terminar un tejido que estaba elaborando y que ya me tenía  "chata", 😒! Es la pura verdad: hermoso, colorido, pero que me dio mucho trabajo. Consistió en tejer 181 cuadrados de colores distintos, luego hacerles un borde negro a cada uno, para finalizar con la costura (¿o "cocción", 😂 ?) de cada uno de ellos con los demás para armar ese hermoso cuadrado arcoiris. Pero, ejem, aún no está finiquitado el trabajo. Su función es transformarse en una bajada de cama y su tamaño es muy pequeño. No soy Pie Grande, pero tendría que recurrir a un censor de movimiento de pies para encontrarla cada vez que quiera posar mis patitas en ella,😊.Así que me autoconvenceré que cumplí con la primera etapa. Debo preocuparme de no ocupar en otros tejidos los hilos de color usados. Mi idea no es comprar nada, salvo el hilo que estoy usando como fondo.

   ¡Al fin! puse al horno dos panes de pascua homemade que tenía leudando desde antes del mediodía. Se pusieron porfiados y no 'subieron' casi nada. ¡Grr! Sé que no van a quedar crudos, pero no serán un ejemplo de exuberancia precisamente. También sé que los ingredientes hacen que sea una masa muy pesada y eso influye en su mayor densidad, pero igual, ¡qué mala onda! Deberé  averiguar más acerca de ellos y dejar de inventar recetas, 😂. Luego de casi 30 minutos apagué el gas. La cocina está calentita, ¡uff! Se ven dorados y cocidos, seguro que ricos, pero dejaré que terminen su cocción al interior del horno. No subieron mucho que digamos. 

  Por fin planché esta mañana. Se debió al tejido mencionado más arriba. Como necesitaba tener una visión  más  exacta de la dimensión de la labor, me aboqué a esa tarea odiosa. Como los tragos amargos hay que tomarlos hasta el fondo, aproveché de planchar los trabajos anteriores, así que mis tres ejecuciones "crochetísticas" quedaron listas para ser utilizadas, a excepción  de la última. Fue toda una novedad realizar el oficio de planchadora, luego de tanto tiempo sin hacerlo (meses). Pensar que antes y, a lo mejor aún, había casas y mansiones en que esta actividad cotidiana era todo un oficio, a veces de por vida y muy mal mirado, casi al nivel de la esclavitud, pero no por eso menos necesario. En fin, odio planchar y seguiré así, aunque de vez en cuando deba 'sacrificarme' y hacer como si no.   

   Al fin, escuché, por segundos, la voz de mi hija en un cassette de aquéllos que uno compraba para grabar en forma casera. Casi al terminar un cassette, luego de una canción de Maná escuché su voz, un poco en falsete, mientras cantaba con una grabación de fondo. No reconocí la canción, puede haber sido de Cristina Aguilera, pues recuerdo haberla escuchado cantando sus canciones durante su etapa adolescente. Esta cinta, como la mayoría de las más de 20 de este tipo, tiene más de una grabación encima de otra, así que concluyo que en ésa se había grabado cantando y luego grabó canciones encima de alguna radio. Sólo quedó la "colita" de una grabación personal. ¡Fue emocionante escucharla,😢! A ella le gustaba cantar. Todavía no he revisado todos los cassettes. ¡Ojalá vuelva a escuchar su voz! Cruzo los dedos, con esperanza. 

Al fin
compré el reloj de pared que me faltaba. Hacía varias semanas que había enviado   a  la  basura  a  dos  pues  no funcionaban (eran chinos), así que quedó esa  parte  de la pared del living sin nada ni  nadie  que  dé  la  hora  y como yo ya estaba condicionada a mirar la hora en tal lugar, procedí  a  salir  en  su  busca. Pensaba 
 comprar  uno  impersonal  y  sin  gracia, que cumpliera con lo básico, pero visible desde distancia. Me decanté por uno que  tenía  la  parte  superior  de  la  Torre de Pisa. ¡Me gustó! Además,  la  pila  con  que  probaron  su  buen  estado  de funcionamiento no me la cobraron (una duracell, 😅), así más contenta con mi adquisición. Sin embargo, la felicidad tuvo su momento  de  cierre, cuando, a 24 horas de instalado en  su sitio, al mover el tv, pasé a traer el reloj, el que dio con toda su 'humanidad'  en  el  piso  de  cerámica, haciéndose añicos el vidrio que protegía su carita,😢. ¡Quid pro quo!, me dije ('una cosa   por  otra' ).  Ahí  logré  acomodar  adecuadamente  la manecilla  del  horario  ( debería  ser  'horero',  terminación adecuada para indicar 'función') que estaba algo desfasada.   

   Al fin he comprendido que tengo fijaciones serias y que soy muy desprolija (más vale tarde...) en algunas cosas. Al menos yo lo reconozco,😏.En cuanto a las fijaciones puedo mencionar algunas. Empiezo con la preocupación por el transcurso de tiempo -la hora- (tengo relojes por todos lados). Se hizo patente esta fijación mía en el último viaje realizado, en que, de visita en casa de familiares, no encontré relojes murales, lo que me hizo sentir casi desvalida y desubicada. Es una tontera, pues están los celulares y los relojes de pulsera, pero aún teniendo ambos artefactos, igualmente necesito relojes en la pared. ¿No será mucho, Lucho, 😅? ¡Cada loco con su tema, no! Otra fijación que tengo son los trenes -no soy la única,😅-. ¡Me encantan! Las veces que he podido volver a desplazarme en ellos, especialmente en los antiguos, lo he realizado. Hasta tengo un par de acuarelas de trenes en palacio, de un pintor unionino. Sin embargo, mi locura no llega a tanto. Cuando puedo, puedo. Si la situación económica no es propicia no me empecino en los trenes. Otra vez: ¡cada loco...! Tengo otras fijaciones como fotografiar puentes antiguos o diferentes, carreteras en perspectiva y sin vehículos, montañas, etc. 

    En cuanto a mi desprolijidad, debo confesar que no es en lo esencial y fundamental, sino en lo menos importante. Por ejemplo, en mis labores cotidianas. No soy fanática del aseo, no ando como loca despolvando los muebles cada día, sino de vez en cuando,😂. Tampoco barro -de barrer- a diario, ni paso paño con desinfectante o cloro por todos lados, de manera que la casa te huele a hospital. Lo que sí, lavo mi loza luego de ocuparla. No acumulo en el lavaplatos, como lo hice un par de semanas hace unos 3 años, en que me daba flojera lavar de inmediato. No, ahora, todo ordenado y limpio en cuanto a la vajilla. En lo que suelo no ser muy prolija es en el seguimiento "a la pata" de las recetas, por eso a veces no me resultan mis preparaciones,😌. Antes de que se me olvide, el pan de pascua elaborado ayer me quedó rico, cocido y... alimenticio (¡vaya si no!). No obstante, probaré otro procedimiento la próxima vez. En lo que me descubrí poco prolija estos días es en las terminaciones de mis tejidos. Definitivamente no quedan perfectos. No siempre logro "esconder" las hebras de inicio o término, tampoco los nudos, pero no me estreso por eso, pues se ven bonitos. Algo de humanidad debo mostrar de vez en cuando, ¿no?

   Al fin, por último, el sol ha estado menos intenso y estos tres últimos días más frescos. El martes, la caminata por Santiago fue muy grata en cuanto a la temperatura. Nada de calor exagerado y agobiante, lo que me permitió, al regresar a Rancagua, volver caminando hasta palacio. Ha sido una tregua positiva para el ánimo y para la agricultura me imagino. Ojalá continúe así por unos días más. Yo, querido Zeus (señor de las nubes, la lluvia y los truenos), te lo agradeceré prendiendo unos inciensos en tu honor. Hasta pronto.

   Nota: nuevo tejido que he comenzado, esta vez con triángulos. Los tengo en proceso de "estiramiento" mientras sigo tejiendo otros. Ya veremos cómo resulta.



viernes, 6 de enero de 2023

Día de Reyes...

    

  No he empezado bien el año en el ámbito intelectual básico. He estado evitando leer y evitando escribir, si hasta me da lata enviar correos electrónicos. Cruzo los dedos para que sea sólo un efecto temporal de las altas temperaturas. Al final conseguí crear esta crónica hoy día, porque si lo hacía en forma posterior ya no tendría mucho sentido. He estado abocada a las manualidades desde hace casi un mes y como los resultados han sido muy positivos me he entusiasmado con nuevos proyectos en esta área, dejando de lado tareas más relevantes. En fin, ya llegará el tiempo -durante otoño e invierno- de retomar tareas más trascendentes y fundamentales para la memoria familiar. 

   Me consta que los chilenos no estamos acostumbrados -¡por suerte!- a celebrar la llegada de los Reyes Magos -bastantes celebraciones y feriados ya tenemos-, aunque con lo que vi ayer, capaz que en unos años más, ésta sea una nueva fiesta de la tradición nacional. Nuestro -"vuestro", más bien- Rey Mago hizo anuncios de bonos varios mientras estaba en la Región  de los Ríos.  ¡Y precisamente allá, en mi región de origen,¡¡😠!! Si ya pasamos Navidad, ¿por qué lo hizo? ¿Por las encuestas, por el efecto de los indultos, por el alza creciente de la inseguridad o por todas las anteriores? No hay que ser muy inteligente para darse cuenta que los efectos mágicos amortiguarán un poquito -no creo que mucho- el mal sabor de lo sucedido en estos días, aunque quién sabe. ¡Hay público para todo!, como deben decir las productoras de eventos y conciertos. 

   Cambiando de rey a reina, me retrotraigo a mis vicisitudes personales, aunque sé que no le interesan a muchos, 😂. Y qué bueno que así sea pues de esta manera soy menos molestada y requerida por otros entes. Mis últimos contactos humanos significativos desde que regresé a palacio fueron un encuentro de Amigas secretas con las "chiquillas" de Historia y una junta post navideña con mis amigas "Bellemans" por así llamarlas (el apelativo va por el lugar en que trabajan Anita y Eliana, el que compartimos hasta el 2013, cuando me finiquitaron, 😂). También, para no desmerecer lo virtual, me he contactado con la familia telefónicamente y por video llamada, incluso recién anoche, preparándonos para un casorio familiar que ocurrirá -"Dios mediante" dirá la novia, 😁- a fin de mes. Como pueden ver nada extraordinario ni especial. Tengo un par de amigOs de wssp que no sé si seguirán en este mundo pues no he sabido nada de ellos desde que reaccionaron a mi saludo navideño. Para Año Nuevo no los contacté esperando que me sorprendieran, pero no fue así,  😂.  Si están  criando malvas o crisantemos en sus respectivos lugares, ojalá estas flores sean de bello colorido, 😃.   

  Sí debo confesar que leí y rayé un libro, pues compré su versión física. Se trata de La torre de papel de Fernando Villegas, su última creación. Me estaba esperando en palacio cuando volví  de la Patagonia - me refiero  al texto, 😁-. Lo compré por Internet mientras estaba allá y en un par de días ya había llegado. Me instruyó y me divirtió al mismo tiempo. Habla de todos los libros y autores que él no ha leído, los cuales tampoco he leído yo, así como alaba y ensalza a algunos que a mí  no me han atraído. En todo caso, al lado de Villegas, yo soy una alpargata, literal y metafóricamente hablando (creo que mide más  de 1,90; ¿¡cómo  habrá gente tan alta y otros tan rechicos!? Está mal pelao el chancho, 😂). Sus "escombros" son mínimos al lado de los míos. Él le llama así a todos los autores y libros no leídos, leídos  a medias, olvidados y perdidos en el tiempo, en los traslados, prestados y no devueltos, etc. En todo caso, mis dos o tres cientos de libros no son casi nada al lado de los miles que él debe tener. Es un libro curioso, novedoso,  entretenido y con una muestra de erudición importante, amén de un estilo que me agrada sobremanera.  

   Pasé  la Navidad y el Año Nuevo en compañía de mí misma y brindando con un rico y sabroso cóctel de vodka con cerezas que descubrí en un supermercado, tamaño individual. Como pueden ver, muy sana y tranquila. Apenas se inició el año 2023, hice desaparecer (=guardar) todo lo navideño, pues tenía planes de ordenamiento extremo. Esto de ordenar y deshacerme de los excesos ya tiene su tiempo. He regalado muchas cosas, innecesarias para una sola persona -yo-, desde camas hasta sillones, tvs y otros artefactos. No crean que quiero ir ganando puntos para el cielo, no se trata de eso. Hay cariño -obvio-, pero también un sentido de practicidad, como también un deseo de que aquello que me supuso una inversión conveniente en su día, siga siendo útil a otras personas. Al mismo tiempo, voy incursionando en un estilo minimalista, que nunca será tan así por mi atracción hacia las cosas. Junto con ello, he mejorado mi hábitat, es decir, el palacio. Ya les conté hace unos meses acerca del mejoramiento de los muebles de cocina para una mejor distribución  y orden. Ahora, los Tv que me quedaban, 😂, los mandé a instalar en las paredes respectivas. De esta manera he liberado los respectivos muebles y ya no tendré que correr a sujetar la tele 📺 cada vez que tiemble en lugar de preocuparme de mi seguridad corporal, 😁.     

   A lo anterior, agrego un servicio fantástico, recién disfrutado hace dos días y muy recomendable: el retiro de todos los artefactos electrónicos de casa que ya no utilizaba por desperfecto o por obsolescencia. Parecía de no creer la cantidad acumulada: un Tv grande -de ésos con "poto"  como le dicen, 😅-, dos Tvs antiguos pequeños (uno en blanco y negro y otro en color, pero sin control remoto; creo que fue el primero que compré en su tipo), dos monitores con sus respectivos cpu de dos pc de escritorio (uno de ellos era de culto: un 286 con 20 mg en disco duro y con sistema operativo MsDOS, es decir, de la Prehistoria computacional; estaba operativo pero no servía para nada más), tres impresoras antiguas, un scanner, dos reproductores DVD,  un reproductor  de vídeo cassettes, una bolsa grande con cables de todo tipo, otra bolsa con unos 40 pares de zapatos (botas, botines, tacos y sandalias; alguna vez quise emular a Imelda Marcos, jajaja) y otras pequeñeces. Al otro día de este desalojo electrónico, la habitación grande de huéspedes se veía muy despejada, tanto así, que hasta me dieron ganas de ordenarla. Cambié la distribución de sus muebles, la limpié lo mejor que pude y quedó espectacular. Ahora, tengo a la vista -para la próxima semana- el desalojo de ropa que ya no uso. Esto no lo haré por primera vez; ya tengo experiencia en aquello, 😁, al menos unas tres veces. Es cosa de echar en bolsas grandes el vestuario y dejarlo en el sector adecuado al que acude gente para retirarlas. Es impresionante como, cuando nos liberamos de estos "escombros" que vamos reuniendo en el transcurso de los años, nos sentimos más livianos y casi rejuvenecidos.

    Lo más bello que he creado en estos días de no-lectura y que ha llegado a su fin -por el momento- en este día de reyes, ha sido un trío de tapetes o caminos de mesa. He recuperado el gusto por las manualidades y he disfrutado, con no poco esfuerzo debo señalar, del resultado de mi trabajo manual. Tengo a la vista otros proyectos, pero dosificaré la labor para que no me pase la cuenta como en ocasiones anteriores (me refiero a la molesta tendinitis). Mi objetivo es darle más vida y alegría a mis espacios y, junto con ello, realizar actividades gratificantes y relajantes, que impidan que el aburrimiento y sinsentido se acerquen siquiera. Hasta pronto.