"Misión Olvido": un título con doble lectura es el de la novelista española María Dueñas , la misma que escribió "El tiempo entre costuras", que, además de convertirse en un súper ventas, se llevó al cine con mucho éxito.
Misión Olvido, por un lado, devela el mundo de una mujer madura -la protagonista- que viene recién saliendo de una separación matrimonial y se ve enfrentada a recorrer el doloroso camino de la pérdida de lo que hasta ese momento creía seguro e inmutable. Por ello (en realidad huyendo de su situación personal) Blanca decide aceptar una beca que la lleva desde Madrid a California, para sumergirse en un mundo desconocido que, espera, le permita arrinconar el sufrimiento. La tarea asignada y asumida es recuperar, desde el olvido en que ha quedado, el trabajo académico e investigativo de un profesor universitario muerto hace ya 30 años. Hasta aquí la primera lectura o interpretación.
¿Dónde aparece la segunda? En la investigación de la vida y obra del profesor. Éste era oriundo de España. Al iniciarse la Guerra Civil logra salir de su país, pero debe permanecer en un destierro permanente. Asume a California como tierra adoptiva, en cuyo lugar se dedica a seguir las huellas que la Orden Franciscana (venida de su país de origen) dejara en ese nuevo mundo desde el siglo XVIII al XIX a través de las Misiones (21 en total) que fundaron en aquellas tierras. Precisamente, la última Misión franciscana, llamada "Olvido", la más humilde y desconocida, de la que apenas queda el testimonio de 7 tumbas sepultadas -doblemente - bajo la maleza, era la que buscaba el profesor en el momento en que la muerte salió a su encuentro.
El proceso interno por el que pasa Blanca, que va desde el cumplimiento de la tarea por un sentido de responsabilidad muy arraigado a una búsqueda que involucra el deseo de hacer justicia a la memoria de un estudioso cuyos vestigios de su vida y obra han estado criando polvo en una bodega, resulta muy vívido en las páginas de la novela. Todo este tránsito va obrando su efecto curativo en ella, sin que apenas sea consciente.
Hay dos momentos, de los varios, que a mí me resultaron particularmente emotivos. Uno es el que se produce en la reunión familiar del Día de Acción de Gracias a la que es invitada Blanca. En esa ocasión, la letra de la canción "Gracias a la vida" de Violeta Parra -nuestra Violeta- es el fundamento del sentimiento y sentido profundo que se le da a este día en el relato. Se insta a los personajes a agradecer, tal como lo expresa la canción, los grandes dones recibidos: el don de ver, de oír, de caminar, de sentir, de reír, de llorar y de todo aquello básico y fundamental que nos hace profunda e indiscutiblemente humanos (siempre que no lo olvidemos).
El otro momento es el que, en solitario, sorprende a Blanca, al descubrir, entre los escritos y documentos del profesor, una copia del hermosísimo poema de Luis Cernuda, "Donde habite el olvido", en cuya versión manuscrita del profesor se trasunta el amor que sentía por Aurora, la esposa de su amigo y discípulo. Blanca, llevada por un profundo respeto a la privacidad y a un sentimiento que no le pertenece, quema la "evidencia" salvando un secreto que no le corresponde.
" Donde habite el olvido,
en los vastos jardines sin aurora;
donde yo sólo sea
memoria de una piedra sepultada entre ortigas
sobre la cual el viento escapa a sus insomnios...."
en los vastos jardines sin aurora;
donde yo sólo sea
memoria de una piedra sepultada entre ortigas
sobre la cual el viento escapa a sus insomnios...."
...
Saliendo de lo ficticio y literario, no cabe duda que cada cual, más... o menos, a lo largo de la vida debe enfrentar más de una misión de este tipo. El dolor es consustancial a la existencia humana (así como el gozo), y las pérdidas, más grandes o pequeñas, temporales o definitivas, contribuyen a él. Y en la tarea de recuperación y sanación, cada uno, dependiendo de sus reservas emocionales, se tropezará, se levantará, avanzará o retrocederá; bajará al infierno o sólo llegará al purgatorio. Pero no sólo hay un olvido que es sanador y necesario en nuestra vida, cuando el dolor se ha hecho presente, también hay uno, que es letal y hace daño. Contra este olvido lucha la Historia.
Interesante novela, con un esperanzador desenlace.
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