Al inicio de su lectura me recordó en parte, a Elena Ferrante, aunque en el caso de la hispana, la perspectiva narrativa no es personal, y, en ese sentido, se enriquece el mundo narrado, pues nos encontramos con hechos, sentimientos y pensamientos de los distintos personajes, de ambos sexos, que luchan a diario, en algunos periodos, con la culpa del actuar equivocado o deshonesto en su pasado, a pesar de que, en general, son personas buenas, acogedoras, solidarias, generosas, con una tabla de valores dentro de los cánones del bien.
El "Levante", uno de los vientos propios del lugar, es un elemento significativo en el ánimo de sus habitantes, sean humanos o no. El Levante desasosiega el espíritu, desata las emociones, desestabiliza la vida, obliga a enfrentarse con los propios demonios.
"Los Aires Difíciles" nos habla de familia, pero no de la tradicional, sino de la adoptiva, de la emotiva, de las personas que pasan a formar parte de tu pequeño mundo por lazos de simpatía y de compromiso voluntariamente aceptado. De la familia del alma.
Interesante relato, que presenta personajes que se cuestionan moralmente, que trasgreden las estrictas normas habitualmente aceptadas, sin por ello perder su bonhomía intrínseca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario