lunes, 30 de noviembre de 2015

"Diarios de Motocicleta..."

   Una de los grandes leyendas creadas por el Hollywood de la primera mitad del siglo XX fue la de James Dean unida indisolublemente a la rebeldía, por los siglos de los siglos, así como seguramente lo será Paul Walker en relación a los fanáticos de las carreras de autos. ¡Lástima que en  ambos casos transformarse en leyenda ha sido y lo será "gracias" a su muerte en mitad de su vida!
    Me imagino que aquello tiene que ver con el hecho de que la muerte ha sido en pleno proceso de vigencia, lo que ha impedido contemplar el deterioro de la imagen, tanto ficticia como real. A la persona no se le vio envejecer, se "fue" en el mejor momento de su carrera, quedando el espectador con el "hambre" de haber disfrutado más al ídolo, y, por tanto, se produce un desespero por volver a disfrutar lo que quedó de él (o ella) añorando un futuro (permítaseme la paradoja) fundado sólo en la especulación. 
    En este sentido, tal como lo señalé al comienzo, la etapa que representa la imagen de James Dean en la vida de todo adolescente o joven (jóvenes cada vez más adultos en la medida que la adolescencia se ha ido extendiendo en la vida de las generaciones actuales) es la de la rebeldía y de la libertad, que se engarza muy bien con esto del viaje iniciático de los héroes, sean mitológicos o no.     
     Cada cual en su ámbito, uno real, el otro cinematográfico-comercial, la herramienta,  el instrumento que les permite acceder a su nueva etapa vital es la motocicleta.
   Hace años había escuchado y creo que visto un comentario del film que protagoniza Gael García Bernal. Sin embargo, no me había interesado mayormente por ver o buscar la película. Cuando uno quiere algo con genuino interés busca hasta encontrar...o sigue buscando, aunque no encuentre nunca. Hace un par de  meses,  compré la película a un pirata, pero no la había visto hasta  este fin de semana ...¡y me encantó!
- ¿En serio?
- ¡Sí!
- ¿Qué es lo que te gustó más?
- Antes de expresar mi opinión, debo dejarte claro que no soy entendida en cine, soy solamente diletante, por lo que mi opinión tiene esa base poco científica.
- Lo tengo muy claro; sé que no eres nada de científica, jajaja.
   Así es y no es nada que eche de menos. Siempre mi orientación ha sido humanista. Bueno, vamos al grano...
   Yo no he leído ningún libro ni Diario de vida de los que escribió Ernesto "Che" Guevara. Una vez tuve en mis manos el "Diario del Ché", que me prestó un primo cuando estudiaba en Valdivia, pero, a pesar de esconderlo bajo el colchón cuando fui a mi casa a La Unión, me descubrieron...y me lo quemaron...
- ¿En serio? ¿Tus padres?
- ¡Sí! Ya ni me acuerdo cómo me las arreglé para dar explicaciones. En todo caso, dije la verdad a mi primo, aunque a él también se lo habían prestado...
- ¿Lo alcanzaste a leer siquiera? 
- Apenas alcancé a ojearlo y hojearlo: recuerdo que era de tapas rojas con la famosa imagen del "Ché" con su boina estrellada... Después de aquello no tuve una nueva oportunidad de acceder a él, ...ni tampoco lo intenté...
   Por ello, decidí comprar la película y ver de qué se trataba, además de que el actor mejicano, al que he visto en varias películas (Ceguera, No, El pecado del Padre Amaro), me gusta mucho...
- ¡Ejem!
- Especifico, me gusta mucho como actúa, aunque eso no quita que no me impresionen sus preciosos ojos verdes, jajaja...
    "Diarios de motocicleta" me cautivó por la sencillez y la autenticidad de lo mostrado, por sus personajes secundarios e incidentales, por los espacios y realidades presentados. Me impresionó reconocer Temuco, el sector de la Feria Antonio Varas y el Edificio del Diario Austral, en tiempos (2003-2004) en que nosotros, mi querida Infanta y yo, solíamos andar cerca de esos lugares. Al ver la caminata por la nieve me pareció reconocer el trayecto desde Lonquimay, aunque probablemente haya sido hacia Panguipulli desde el Paso Hua-Hum...La verdad, todo bajo la nieve adquiere similares relieves...Tampoco me resultaron desconocidos los paisajes de Valparaíso y el traslado en los típicos ascensores entre el plano y los cerros. Me alegró reencontrarme con los paisajes de El Cusco (la ciudad, la Plaza, Machu Picchu) y Lima, además de su gente. 
   Es una realidad que impacta, que conmueve, que sin duda fue el viaje iniciático del revolucionario, tal como lo confirman su biografía. Lo interesante es el enfoque que le dan a la película, que no tiene nada de político ni de panfletario, salvo el breve discurso que improvisó casi al final del filme, al agradecer las muestras de cariño y  despedirse de sus  amigos mientras continuaban su viaje por el continente. 
    Le agregan la cuota emotiva y familiar los lazos personales y afectivos  que la pareja de viajeros va creando en el transcurso de su periplo. Los bailes y las canciones de época son un verdadero acierto de contextualización de aquellos tiempos (año 1952).
     Hermosa película, de  las que hace falta ver otras similares más seguido. 
   El cierre final, con imágenes en blanco y negro y esa música folclórica, es el colofón perfecto. Y las palabras finales, confirman lo que se intuye en el desarrollo del filme:


        "El personaje que escribió estas notas 
murió al pisar de nuevo la tierra argentina.
 El que las ordena y pule , "yo"  no soy yo; 
por lo menos no soy el mismo yo interior. 
Este vagar sin rumbo  por nuestra 
"Mayúscula América" me ha cambiado 
más de lo que yo creí".

   El viaje final no fue el mismo para los dos. La historia nos informa de aquello.  Para uno comenzó el año 1967, a los 39 años, mientras que para el otro,  hace poco, año 2011, a los 88 años.
   Así como les sucedió a ellos, nos sucede a muchos. Compartimos nuestro camino con algunas personas inolvidables por algún tiempo y sea poco o mucho según las mediciones humanas, es  suficiente para marcar nuestras vidas y cambiarlas. Tal vez sea aquello lo que me guía, lo que me motiva o tal vez sólo persigo la verdad, siempre esquiva...Tal vez...

viernes, 27 de noviembre de 2015

¡Salvada por un pelo...!

    En dos o tres ocasiones logré esquivar las esquirlas y los trozos de material que saltaron por los aires. El susto fue grande, por suerte los reflejos funcionaron y alcancé agacharme a tiempo...
- ¿Dónde te fuiste a meter, Principessa? ¿A Siria?
- ¡Nooo, viajé al futuro!
- ¡Ah, ya! 
    [¡Mmm! ¡Estamos en problemas! ...En estos días parece haberse haberse hecho más tenue y etérea la separación entre la realidad y la ficción en la vida de mi estimada amiga. Como que está extraña, como que ya no diferencia, debe ser que le falta el ancla a la vida cotidiana que entrega, habitualmente, el trabajo...]
 ¡Noooo, mentira! Están tratando de perjudicarme (jajaja).  Estoy perfectamente en mis cabales, en posesión de todas mis facultades mentales, sé lo que es real y lo que es ficción... Estaba bromeando..., ¡no estoy locaaaa!
- ¡Jajaja! Eso es lo que dicen tod@s l@s lok@s...Convénceme de tu cordura.
- Jajaja...Sucede que...el miércoles en la  tarde...fui a ver una película...en 3D...
   Cierto. Así fue. Antes de  ayer, cerca de las 19 horas,  abandoné mi cómoda estadía en palacio y dirigí mis pasos al Open Plaza (es decir, al único Mall rancagüino; suena más elegante nombrarlo por su nombre actual). Antes de ello, estuve mirando nuevamente la I parte de SINSAJO, con el fin de acordarme hasta dónde había quedado la historia para asistir a la II parte y Final con absoluto recuerdo de lo anterior, claro que esta vez la versión estaba en idioma Inglés...
- ¡Guau! ¡Caramba! ¡Mis respetos, my little lady!
- ¿A po' qué?
- Veo que ya no necesitas el subtitulado o la traducción en los filmes, de lo que deduzco que te has transformado en bilingüe. ¡Te felicito!
- ¡Nooooo! ¡Ojalá fuera así, pero debo decepcionarte!  Lo que pasó es que,  pesar de los esfuerzos de mis deditos,  no logré hacer funcionar la tecla de los "subtítulos" en el control remoto. Apretaba una y otra vez y siempre me aparecía "off". Así que me conformé con mirar parte del filme sin entender casi nada, aunque a veces conseguía "agarrar de las mechas" alguna palabra, por ejemplo, el nombre de la protagonista, jajaja.
    Cuando ya me faltaba poco tiempo para dirigirme al Open Plaza, descubrí otra forma de elegir el idioma (al inicio, antes de darle play a la peli) y ...¡eureka!, pude hacerlo funcionar en Castellano. Lo malo es que me quedaba muy poco tiempo, así que sólo alcancé a ver un trocito de la película. ¡Habría sido fantástico entenderla en inglés, pero no fue...! 
   Llegué con más de 40 minutos de anticipación con el único propósito de no hacer la fila en el momento de comprar la entrada, pero aunque no había "cola",  salvo una persona, el inicio estaba a menos de 10 minutos, mucho antes de lo previsto. Así que cero espera y, luego de recibir mi par de anteojos 3D, rápidamente subí hasta la penúltima fila, que es la que me gusta. 
   Había poco público (día miércoles), pero igual el olor a palomitas llegó hasta mis glándulas olfativas. Esto me resulta medio divertido: ir al Cine en la actualidad es como ir de Picnic, pues mucha gente compra una cantidad impresionante de alimentos y bebidas para estar todo el momento comiendo mientras disfruta o se asusta  en medio de la penumbra de la sala. Los psicólogos deben tener una explcación para esto, seguramente. Capaz que más de alguno haya sido el que aconsejó implementar este negocio a las grandes cadenas de este rubro. Y lo increíble es que es más caro todo el acompañamiento que la entrada misma al espectáculo. Aquello significa, entonces, que a la empresa le interesa, en realidad, vender sus productos y la película (obra del Séptimo  ¡Arte!) se transforma en un mero instrumento (¡qué feo, cuando hay películas tan buenas!).
   SINSAJO II parte y Final cumplió con mis expectativas. Respetó completamente el libro (a medida que iba desarrollándose el filme me iba acordando del argumento y los detalles). La actriz, espectacular en su papel. Contradictorio ver al personaje Plutarco (Philip Seymour) sabiendo que hace más de un año está mortè. De pronto,  mientras la historia avanzaba, me parecía haber visto la película...Sin embargo, debí hacer un esfuerzo racional para convencerme que aquello no podía ser, pues recién fue estrenada en nuestro país el 19 de noviembre. 
   El cierre me resultó extraordinario, y aunque algunos me pudieran decir que era lo esperado de un producto hollywoodense, no importa. Me declaro consumidora de productos "kisch" en muchas ocasiones, no por nada soy Géminis (jajaja)...Los efectos especiales, el sonido y la tercera dimensión contribuyeron en excelente forma (para mi gusto, claro está) a dar un muy buen final a esta saga. Prueba de ello es que  hubo a lo menos unas tres veces que hice involuntariamente un gesto de retroceso ante el efecto del uso de la técnica 3D.
   Era segunda vez que disfrutaba una película con este recurso. La primera vez fuimos con Mirella, Pamela y mi Madre a presenciar la exhibición de AVATAR, hace unos años, en Santiago. Para todas, aquella vez fue maravilloso casi poder tocar las semillas del árbol sagrado. Recuerdo que mi madre parecía una niña frente a esta nueva experiencia; la verdad, todas nos transformamos en una Alicia de los tiempos modernos. 
     Este miércoles, aunque físicamente sola, me sentí acompañada. En una de ésas, tenía una a cada uno de mis lados, en los que yo creía desocupados asientos, a ambas, disfrutando conmigo el espectáculo. ¡Quién podría saberlo! Yo, menos que nadie, que  sólo veo lo visible y concreto...por el momento. 
    

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Al cumplirse 4 años...

Termina el día...

...25 de noviembre, Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, día de actividades contra el Femicidio, que sigue presente en más de algún hogar, en los noticieros, en la crónica roja; que sigue siendo un atentado contra el verdadero amor.
  Termina el día 25  de noviembre y empieza el 26, día en que, hace 4 años,  terminó tu vida a manos de un femicida encubierto hasta esa fecha...


Al cumplirse 4 años...


         ...qué más hay para decir que no se haya dicho; las palabras ya están gastadas, imposible que puedan contener la ausencia, la soledad, la no-presencia tuya de estos 4 años, las añoranzas, todos los recuerdos, todos los mínimos gestos, mis silenciosos monólogos, mis arrepentimientos, todo cuanto ha cabido en este lapso de 48 meses en que no he visto tu sonrisa, en que no ha habido Navidad ni fiesta con sentido, en que  han intentado ser el consuelo las lágrimas derramadas, mirar tus fotografías,  recordar lo vivido juntas, los momentos felices.... 4 años de subir y bajar la cuesta de la desesperanza, del no-saber, del no-creer. 
    Al cumplirse 4 años ¿qué queda de ti, hija querida? : una tumba con flores, cientos de fotografías, algunos videos, objetos personales, recuerdos, y el llanto por lo perdido, por lo no cumplido, por los sueños truncados, por lo que pudo ser y no fue....
 Pero también quedan cientos de momentos únicos, irrepetibles, gestos tan tuyos cuando sonreías, cuando estabas preocupada, cuando te enojabas, cuando estabas sorprendida, asustada o emocionada, cuando estabas concentrada en tu mundo, cuando estudiabas...Momentos que llenan los 25 años compartidos, con sus días y sus noches... Quedan tus palabras de ánimo, tus reflexiones, tus expresiones típicas, tus chascarros; tu actitud de escucha, tu empatía, tus actitudes solidarias y...tantas tantas cosas buenas, divertidas y humanas...
   El tiempo se ha movido inexorable y silenciosamente, agazapado y furtivo, como queriendo sorprenderme, para decirme, en susurros, que no ha sido en vano su transcurso, que ha colaborado en aminorar la pena, lo que ha permitido iniciar el proceso de cicatrización de la herida e ir llenando algunos vacíos. 
   Y es cierto. Cada golpe del minutero, audible o no, no ha sido inútil. Como el polvo que, imperceptiblemente, se va acumulando sobre todas las cosas, los minutos y las horas han ido disminuyendo la intensidad del dolor, de la pena, de la rabia...e, indefectiblemente, acercándome a la línea de la no-existencia o de otra-existencia..., pero  aún no es tiempo de certezas...o de oscuridad...
   Sólo espero mantener la lucidez necesaria para seguir recordándote, para seguir llevándote flores, para continuar viendo tu sonrisa...
  Hija querida, te quiero como siempre, más que siempre... te quiero como fuiste, como eres, como seguirás siendo...te quiero con la fuerza de la ausencia definitiva...

martes, 24 de noviembre de 2015

Martes femenino...(jajaja)

  Iba a ir al Cine y no lo hice. Iba a ir a vitrinear en las tiendas  que me faltaron ayer y tampoco lo hice. Iba ir al súper a comprar lo pendiente y necesario, menos...
   Lo que sí alcancé a hacer fue a la peluquería hoy en la mañana. ¡La peluquera que me había atendido dos veces estaba ocupada! ¡Ufff!, así que no me quedó otra que ponerme en manos de otra estilista, pues sólo había una clienta para 4 ó 5 trabajadoras/es. Pero como no quería correr riesgos hice la de Juan Segura.
- Me presta una revista, por favor, para mostrarle cómo quiero el corte. 
   Busqué y busqué, no era exactamente como yo quería, pero, para mayor abundamiento (jajaja, me causa risa ese cliché del ámbito leguleyo), le expliqué con peras y manzanitas (de las que no me quedan, porque no fui a la Feria el domingo recién pasado y falta que me hacen). 
    Lo primero que hizo fue aquello de  lavarme el cabello (me salió verso...), lo que no me gusta para nada...
- Seguramente es un tema de recomendación higiénica...
- Probablemente para asegurarse ellas no más, porque lo que es a la clientela, no la cuidan mucho...
- ¿Por qué dices eso? ¿Te salió algún "pelo en la sopa"? ¡Oh, qué chiste más ad hoc, jajaja!
- ¡Jum! Lo digo porque una vez que la mujer me cortó el cabello como yo quería, buscó un cepillo para el secado con brushing y , ¡oh, my gash!,  el cepillo estaba lleno de pelos ajenos y no alcancé a abrir la boca cuando la mujercita lo puso en contacto con mi "peluca..."
- ¡Guácala! 
- Así que rápidamente le dije que estaba bien, que me deje así...
   Me sacudió un poco (es decir, me trató de sacar los cabellos restantes que me pudieran haber quedado en el cuello y la ropa), pagué y salí de allí "cascando". 
  "Cascando"...
  [ Salí a la terraza a escribir, a tomar aire puro (¿puro?)...¡Uyyy!, me llega el olor a pan tostado, más bien quemado, mientras escribo y a pesar que ya son más de las veinte horas, alguien está recién tomando onces. Yo trataré de hacer lo mismo, porque me abrió el apetito el aroma, aunque la verdad no cuesta mucho que se me abra últimamente . Uff, debo caminar más....o hacer ejercicios en el gimnasio de palacio o, por último, ir al spa, jajaja ].
  "Cascando": deriva del, verbo cascar que significa, según la Real y nunca bien ponderada y rancia Academia : 
1. Quebrantar o hender algo quebradizo (un huevo, por ejemplo, de gallina claro, eso lo escribo yo, no la RAE; ésta es una acepción elegante).
2. Dar a alguien golpes con la mano u otra cosa (seguramente con un "casco", jajaja; más de alguna vez recibimos cuando niños esa amenaza de parte de nuestra madre: "¡Si no te entras ahora te voy a terminar cascando!" )
3. Estropear, dañar algo (no, esta acepción no estaba en mi diccionario cotidiano).
4. Quebrantar la salud de alguien (tampoco; aunque, ahora que lo pienso, en más de una ocasión he leído ese adjetivo calificativo "tenía una voz cascada", como queriendo decir algo así como gastada, sin fuerzas... ¿voz aguardentosa? Voz ronca, áspera,  de alguien que toma mucho aguardiente, así como estropajosa, de estropajo, ¿estropajo? = esos trozos de calzoncillos que cuando ya no era decentes para ser usados, una vez bien lavados, claro está, se usaban en el lavaplatos en lugar de las esponjas y paños multiusos de hoy, de diversos colores , los paños, no los calzoncillos, que eran unicolores, es decir, sólo blancos, cuando estaban lavados, jajaja)
5. Morir (??)
6. Charlar (???) 
    Después de este entretenido entremés lingüístico (la verdad a mí me resulta entretenidísimo ir descifrando los diferentes significados y acepciones de las palabras, especialmente cuando mi/s interlocutor/es tiene/n similar interés y conocimiento), continúo.
   Una vez abandoné el salón de belleza (¡qué nombre más ambicioso!), disimuladamente me fui sacando unos cabellos que me comenzaron a incomodar en el cuello. Decidí ir al Mall a recorrer los lugares que no habían recibido mi ilustre visita el día anterior. Estaba entusiasmada revisando prendas (vestidos, pantalones y demases) en Falabella cuando escucho una extraña música que sale de mi bolsillo. ¡Era mi celular! Jajaja, no le había reconocido el ringtone pues nadie me había llamado en los últimos días...
- Pero, Principessa, ¿alguien te llama...a veces? 
- Jajaja, la verdad, rara vez. Y aunque el celular me lo habian formateado el martes pasado, no conocia el sonido con el que había quedado, pues me había olvidado revisarlo. 
- ¡Qué pena tu vida, amiga mía!
- ¡Así no más es, pues, por eso te inventé! Jajaja, para conversar con  alguien cuando estoy en palacio... 
- Jajaja...¡patética!, como diría una de tus  colegas...
- ¡Jajaja! ...Hablando en serio, debo señalar, que de pronto, pienso, como tenía costumbre antes, en llamar a  mi madre, para conversar del día, de las noticias, de cualquier cosa que solíamos conversar a la distancia...y reírnos un poco de tonteras...Pero ya no está, y antes de aquello, se fue alejando lentamente...
   Me preparo onces: unas tostadas son parte de máximo esfuerzo.  Me da flojera hacer una palta...
- ¿Hacer? La palta ya esta "hecha"...
- ¡Cierto! Hasta se acostumbra a hablar o escribir mal  uno  cuando no hay exigencia...
- Me imagino que te habrás controlado con el pan...
- Sí, aunque tengo una cantidad desmesurada de pan. Compré mucho el sábado pues iba a tener visitas el domingo, pero que no llegaron. Así que me quedé con la compra hecha...
   Apago el televisor. Fue suficiente tenerlo prendido toda la tarde. Estuve viendo unas películas, aunque nada nuevo, pero igual uno se entretiene cuando las vio hace mucho tiempo... Sirven para completar las horas... He retomado el tejido a crochet y ya he dado vida nuevamente a varias mariposas multicolores. A ver si este verano logro terminar mi proyecto de cenefas con mariposas... Claro que esta vez andaré "piano-piano" para no caer en problemas de tendinitis...  
   Hoy no he querido leer... Me estoy dando tiempo para acostumbrarme a la idea de comenzar a leer otra historia, luego de terminar con el séptimo libro de una saga...Resulta que uno se encariña e involucra un poco con las historias de los personajes y cuesta hacerse a la idea de que finalizaron sus imaginarias vidas, que ya no te acompañarán en algunos momentos de tu propia vida, que su "dios" no les permitió seguir viviendo...Así que,  adiós Ciri, adiós Geralt,  gracias por haberme acompañado durante tres meses de esta, mi vida humana, tan incierta e impredecible como la de ustedes... Y a pesar de no contar con poderes tan extraordinarios como los vuestros, habrá que seguir luchando contra los molinos de vientos, aunque haya gigantes tras ellos imposibles de vencer...

lunes, 23 de noviembre de 2015

¿Seré consumista o no? Me surge la duda...

  Nadie sabe para quién trabaja o la razón propone y la Mujer dispone, jajaja.
  Hoy lunes debía salir a una cita a las 10 de la mañana...
- ¡Guau! Una cita tempranera...
- Prefiero a esa hora ir al Dentista...
- ¡Ajajajá! Había pensado en otro tipo de cita...
- ¡Mal pensada! ¡Como muchos...!
   Llegué a tiempo, el Doc, también (por suerte no tuve que esperar mucho), me probó rápidamente el arreglo y me citó para el jueves. ¡Qué lata!
   Ya desocupada de lo más importante y considerando que había salido vestida de damisela, decidí caminar por el Paseo Independencia y no llegar hasta el Súper Cugat, pues no andaba con zapatos cómodos como para volver cargada de mercaderías (bueno, nunca "tan" cargada), pues el trayecto de regreso no se hace liviano ni corto con carga. Así que, en una de las pocas mañanas primaverales que hemos tenido, comencé mi vitrineo, para entreteneme un rato y caminar... Al final pasaría a comprar al Tottus lo que era realmente importante y necesario: agua mineral y cloro, para el aseo (el cloro, se entiende, no el h2o).
   De pronto me acordé de unas necesidades no tan básicas ni urgentes pero que podría atender en esta ocasión que andaba con todo el tiempo del mundo: algún adorno navideño en promoción, unos inciensos, un pantalón de tela o jeans clásico de color negro (para mis viajes) , unos mocasines negros (combinan con todo y son cómodos), crema para la face, ropa interior, etc. 
   Pasé a todas las tiendas que encontré, hasta casi llegar a calle San Martín. Me probé diversos pantalones, algunos bien a la moda hindú, anchos del verbo ancho, con los que me veía prácticamente cuadrada (¡noooo!) y los restantes eran moda pitillo, más algunos "pat'elefante" (con los cuales me veía como las bailarinas de Elvis Presley, jajaja, claro que sin glamour ni opulencia). En una de las tiendas que honré con mi visita logré encontrar lo que buscaba: pantalón negro de tela imitación lino y no era tan gigantescamente ancho, pero...
- ¿Qué pasó, amiga mía? 
- La vendedora estaba "dale cháchara" con una colega suya y atendía con la rapidez de una tortuga (con el perdón de las Srtas. Tortugas) a una cliente que al parecer había comprado todo sus regalos de Navidad, así que vamos sacando censores al por mayor. Luego, la colega, en lugar de ayudar a atender, se fue para otro sector. ¡Plop! Y yo seguía en la cola...
-¿Y? 
- ¡Me aburrí! Jajaja. Salí del local con la mayor dignidad posible, ofendida por la mala atención... y sin el pantalón...
- ¡Jajaja! 
    Tampoco pude encontrar mocasines, porque había de cualquier color en mi número, menos de tonalidad negra. Y los negros que habían (me refiero al calzado, aclaro, para que no me apliquen la Ley Zamudio) o eran pequeños o no me gustaban para nada. Había decidido comprar unos de color beige, pero justo el único par que encontré tenía una pequeña falla.
   Pero no en todo me fue mal. Me acordé que necesitaba crema facial para mis tratamientos diarios de belleza de la matina y de la nocte (aunque sé que no son necesarios, pero en algo hay que entretenerse y gastar la plata, jajaja). Para ello, me dediqué a pasar por varias farmacias, que parece pertenecen al Cartel de las Cremas, pues casi en todas los precios son similares. Así  y todo, logré encontrar unas ofertas, de manera que llegué a palacio con 3 cremas para la face (necesitaba una sola) y un perfume (que no necesitaba, jajaja), sin pantalón ni mocasines, menos H2O y cloro. 
- ¿Y por qué compraste, entonces? Al parecer tienes clarito que están de más...
- No me pude resistir al ver una colonia Agatha Ruiz de la Prada a menos de 10 lucas, ni unas cremas, muy económicas y exquisitas...
- ¿Estás hablando de crema para la cara, verdad?
- Yes. Una con aroma a granada y otra, naranja-chocolate. ¡Deliciosas! Dan hasta ganas de comérselas...
- ¡Ajá, pillina! ¡Eso quieres TÚ! 
- ¡Noooooo, ni siquiera lo había pensado! Jajaja
   ¡Na que ver! Hay gente, como dije denantes, muy mal pensada..., debe ser envidia pura. Bueno, la cuestión es que tengo crema para un año completo y colonia para unos meses. 
   Después de lo expuesto, ustedes tienen la palabra. ¿Me estaré volviendo "algo consumista"? 
- "¡Todo el rato!", como dice la Ximena.
- Como ya he dicho, "el que puede puede". Lo importante es que todo es "cash", con cero tarjeta de crédito. ¡Uff, qué alivio!

domingo, 22 de noviembre de 2015

"Y eso: ¿es bueno o es malo?..."

...fue lo que me preguntó abiertamente, sin tapujos ni preocupaciones por lo que se debe o no preguntar de acuerdo al Manual de Carreño... Me sorprendió la sinceridad de su interrogante...y me alegró. 
    Hacía más de un año que no había entrado a ese supermercado Unimark (Ramírez con Freire). Hoy, mientras venía de regreso del Parque, casi en la última cuadra, decidí bajarme allí y no ir a la Feria de Grecia. Llevaba ya un rato vitrineando las estanterías y echando más de algún producto a la canasta, cuando en uno de los pasillos me encuentro con una joven que conocí en el colegio en que trabajé. Nos saludamos con cariño y aunque ella estaba laborando en esos momentos (vi que llevaba el uniforme del súper) se detuvo a conversar conmigo y su alegría fue genuina (así como la mía). Agradeció el apoyo que yo le había brindado mientras fue alumna y al preguntarme cómo estaba yo y si seguía trabajando allá, le dije que no, que estaba en Cpech,  hacía ya dos años.
- Y eso...¿es bueno o es malo?, me dijo. 
  Me dio mucha risa y alegría  una pregunta tan directa.  Le expliqué que hacía mis clases, lo que me gustaba mucho, y que no me preocupaba de nada más, por tanto, era bueno (¡y vaya que sí!). Inmediatamente me dijo: "pero, claro, si usted es una excelente profesora: una vez me explicó una materia y yo le entendí todo..."
   Me alegró saber que estaba estudiando (cuarto año de Prevención de Riesgos), que no se dejó estar, que quiso seguir adelante y lo está logrando. 
   Me sentí reconfortada después de ese encuentro y aunque no he logrado recordar su nombre, sí sé que estudió Alimentación en el establecimiento. Tengo su imagen con el uniforme de Cocina en mi memoria. Recuerdo que era (y seguramente aún lo es) de extracción social bastante humilde, que más de un problema familiar tenía, que en más de una ocasión estuvo a punto de desertar, pero conseguimos que terminara. También, me viene a la memoria un temperamento fuerte y difícil, pero al que se podía llegar a través del cariño. 
   Y como ya he dicho en otras ocasiones, éstas son las pequeñas-grandes satisfacciones de nuestra profesión, las que, felizmente, las he recuperado en estos dos últimos años y me han nutrido en tiempos de soledad. Ayer sábado en la tarde, llegando desde Rengo después de haber dictado las últimas cátedras de mi año escolar, de pronto escucho:
- ¡Profe! ¡Qué bueno que la encontramos!
- ¡Hola, señoritas!, les contesté, alegrándome de verlas, aunque venía bastante cansada. Eran Constanza y Claudia, dos jovencitas muy conocidas por todos nosotros en la Sede, pues andaban (junto con otro par de compañeras) asistiendo a todas las clases que podían, aprovechando los reforzamientos, para no perderse nada que pudiera servirles.
- Profe, queríamos despedirnos de usted y agradecerle la paciencia y lo aprendido, pero no la habíamos visto. 
- Muchas gracias, chiquillas. ¡Qué les vaya muy bien en la Prueba! Y si no les va como quieren, recuerden que la vida no termina, hay que seguir intentándolo. 
- ¡Sí, profe! Capaz que me tenga de nuevo en clases el próximo año, dijo Claudia. 
- Jajaja.
   Me sentí algo descansada después de ese breve y grato encuentro, pues ambas fueron muy responsables en su asistencia, y aunque creo que no se van a rendir, a una le va a costar más que a la otra. 
   Mientras escribo y gozo por primera en la temporada de mi estadía en la terraza, me siento en paz y relajada con un café al alcance de mi mano, escuchando las notas musicales de una dulzona Radio Romántica que llega a mis oídos a través de los audífonos conectados a una pequeña radio portátil Aiwa que era de mi hija,  regalo que le traje en mi primer viaje a Punta Arenas (año 2002), la que a  pesar de los 13 años, sigue en perfecto estado. ¡Ojalá fuera a la inversa, pero...lo que ya fue, no será!  
   ¡Primer día de vacaciones! Los colores me rodean, la tarde aún es joven, no hace frío, pero Maná canta:

   "¿Quién detendrá la lluvia en mí?
   Ohh, se me ha inundado el corazón...
sigue lloviendo, le sigue lloviendo al corazón, 
    en mis ojos no ha parado de llover..."
    
  En fin, ...¡cada loco con su tema! 

sábado, 21 de noviembre de 2015

De adioses y desafíos...

- ¡Llegó la hora de decir "adiós"!
- ...decir adióóóssss...jajaja...

   Comenzamos a decir adiós a nuestro año escolar cuando la semana anterior debimos cumplir con la tarea -nunca grata- de firmar la Carta-despido" (jajaja). 
- ¿Te despidieron? ¿De nuevo? Jijiji...
- ¡Sí, de nuevo, jajaja! 
   Esta vez no hay problem... Estamos acostumbrados (lo digo por los que trabajamos en la institución). Cada año se firma un nuevo Contrato y éste se extiende desde Marzo o Abril hasta el 21 de noviembre en casi todos los casos de los docentes. Como muchas instituciones que ofrecen este servicio o educación directa o indirectamente relacionada con el ámbito superior, los  acuerdos contractuales cubren sólo el tiempo lectivo, de manera que nos vamos de vacaciones más rápido que otros profesionales, pero sin sueldo (jajaja), eso sí con un finiquito, que equivale a un sueldo más, aproximadamente. Esto lo sabemos, lo aceptamos y lo asumimos desde el comienzo.
   Después del primer impacto que significa la firma del despido, viene la alegría de la proximidad del período de descanso, que esperamos con anhelo. El hecho de que nosotros no tengamos vacaciones en invierno, implica que trabajamos en aula 8 ó 9 meses continuos, lo que supone un significativo desgaste, especialmente cuando la carga horaria es nutrida.
   Una vez en esta situación, comenzamos con la cuenta regresiva y cada día al comenzar y al terminar, vamos diciendo un día más de trabajo, un día menos para comenzar la temporada de relax. 
  Cuando estamos en esta "parada", hay más de algún perjudicado, en nuestro caso, los alumnos, pues al tener conciencia que  las clases son las penúltimas y, luego, últimas, nuestra actitud, lo quiera uno o no, cambia un poco. Llega el momento en que lo único que quieres es terminar. 
   El estrato docente, este año recibió una noticia inesperada y muy grata. Lo que en años anteriores era sólo beneficio para los administrativos y auxiliares, en esta ocasión se extendió para nosotros: recibimos una "cajita feliz". Al recibirle entendí la alegría que sentía mi querida Mirella cuando llegaba a casa con su cajita feliz, recibida de la empresa en que trabajaba. Fue un lindo gesto, agradecido por todos nosotros, a lo que se agrega el hecho de constatar que todos los productos eran de buena calidad. 
    El jueves, un desayuno inesperado. Llego a la prima hora a la Sala de Profesores y tres colegas están preparando un desayuno colectivo: harta palta, cecina especial (de pava abc1 soltera y creyente, jajaja) y pan de molde recién elaborado por Ana María. ¡Estaba exquisito! Yo y otra colega no aportamos nada, pues no alcanzamos a enterarnos cuando ellos se pusieron de acuerdo, así que nos comprometimos para el viernes. 
   El mismo jueves había acuerdo para ir a almorzar, esta vez 5 personas habían dado el sí. También se invitó al "Dostor" pero éste tenía "pacientes" (jajaja) hasta las 14,30, así que declinó la invitación. Fuimos a un local de comida china, donde nos servimos un tremendo banquete para 4 personas, pero así y todo no fuimos capaces de engullir todo.  "¡Quedamos como loritos!" (jajaja, expresión de mi hija en una ocasión, que luego sirvió como chascarro).
    La conversación a la hora del pantagruélico almuerzo fue super entretenida: allí "la Vero" nos compartió que el sábado mismo partía a Isla de Pascua con su familia; Mariela probaría breves salidas en carpa con su pequeña Emita; yo hablé de mis planes de viaje ya seguros y otros pendientes (visitar algún ventisquero), compartimos que recorreríamos la sexta región con Ana María en enero... y Patricio....¡Diablos! ¡Al pobre Pato no lo dejamos hablar! (Jajaja). Ahí nos enteramos que el esposo de una de las comensales había iniciado un emprendimiento de Vinos de Reserva (venta)  y, para sorpresa mía, todas las que estábamos allí somos diletantes de este producto de nuestra tierra. ¿Patricio? ¡No sé! (jajaja).
   El viernes, un rico desayuno con tarta de manzana. ¡Estaba rica y todos los concurrentes de esa mañana se alegraron de endulzar el café cotidiano! Por suerte no me olvidé de aportar  y retribuir (en pequeña parte)  los gratos momentos compartidos. 
    Ahora estoy esperando terminar mis clases de hoy para decir, anticipadamente, adieu al año laboral 2015. ¡Qué felicidad!

jueves, 19 de noviembre de 2015

Caleidoscopio

    Mientras el día sábado esperaba que el  Libro A-MOR llegara a mis manos, escuchaba cómo un vendedor ambulante ofrecía su mercadería, en el descansillo de la  escalera de ingreso-salida de la Estación Bellas Artes. 

- ¡Caleidoscopios! ¡A mil y dos mil!
   La diferencia del valor, al parecer, estaba en el tamaño (como sucede en muchas cosas, jajaja), de acuerdo a lo que observé desde mi "atalaya". 
  "¡Caleidoscopio!", repetí para mí, mientras mi  memoria-ram retrocedía a "años-luz", en un verdadero flash-back,  a mi infancia, cuando  "fabricábamos" artesanalmente  caleidoscopios con mis hermanos. ¡Era una bonita entretención para  alguna tarde de invierno! Lo que no recuerdo, eso sí, es cómo llegamos a aquello; es decir, cómo surgió esa idea o emprendimiento (jajaja). Debe haber sido algún profesor o profesora que nos sugirió o enseñó esa hermosa manualidad que, en la actualidad, los pequeños deben encontrar "muy fome" e "insulsa". 
   Los materiales eran básicos y desechables: un tubo de papel higiénico, pequeños trozos de papel recortado de distintas formas y un pañuelo o paño blanco (delgado, ojalá casi transparente). Eso era necesario para un caleidocopio en blanco y negro. Si queríamos uno en color, bastaba con que los trozos de papel fueran en color (jajaja), por ejemplo, de envoltorios de dulces. Si nuestro pañuelo no era lo suficientemente blanco ( por razones de uso o mugre, jajaja) podríamos usar papel blanco de volantín.
- Aún no entiendo la "gracia" de ese "aparatito"...
- El nombre lo dice. Piensa, piensa...
- ¿Caleidoscopio... estetoscopio ...osciloscopio....?
- ¡¡¡...Telescopio!!!
- ¡Ajá! ¿¿??
- ¡Muy simple! Una vez que  se cuenta con todos los materiales, se introducen los trocitos de papel cortado al interior del cilindro de papel higiénico, se tapan ambos lados del cono, se "agita" el tubo con sus "habitantes" adentro y, cual si estuviéramos observando las estrellas, se mira a contraluz para descubrir  la figura que se ha formado. 
- ¡Humm! Pareciera una variante del Test de Rochard...
- ¡Cierto! La gracia es descubrir diferentes y creativas figuras o escenas...
- ¡Con razón no parecería muy entretenido para los niños de hoy, que están acostumbrados a diversiones más "extremas", jajaja!
 Otra entretención infantil, relacionada con ésta, era descubrir figuras en las paredes o cielo raso del dormitorio, cuando, independiente del motivo, sufría insomnio. Claro que esta fórmula para entretenerse en esos tiempos "muertos" sólo podía utilizarse  siempre y cuando ingresara  algo de luz desde alguna parte (aunque  fuera en mínima cantidad) y la madera fuera el material de construcción. El resultado de este ejercicio no era muy positivo cuando el motivo de la vigilia era producto de alguna angustia, pues las figuras no eran muy felices (más de algún "mostruo" aparecía). 
    Volviendo al origen, al caleidoscopio, "juguete" que casi parece  arcaico en esta era tecnológica, no deja de sorprenderme que, si alguien se dedica al negocio de venderlos es porque existen compradores. Si en los tiempos en que Mirella era pequeña alguien me hubiera ofrecido alguno, no habría dudado en comprarle uno. Y estoy segura que ella, ya adulta-joven, lo habría recordado como un hermoso y mágico regalo de su infancia.
   Sin duda, los padres que en estos días de tanto juego y juguete electrónico privilegian un obsequio de este tipo, no sólo le están preservando de la enajenación actual, sino que le están demostrando que la magia y la maravilla están presentes  en la vida cotidiana y sólo hay que saber encontrarla, distinguirla y captarla con los ojos del alma, al estilo Principito (o Principessa, jajaja). 
  Sin embargo, y esto es lo lamentable, no creo que queden muchos caleidoscopios en el mundo (ni remolinos, ni "hacedores" de pompas de jabón, ni runrunes, trompos ni "cambuchas"), pero en tanto alguien continúe fabricándolos, haya algunos padres que los sigan comprando y más de un niño sintiéndose Harry Potter al hacer funcionar estas maravillas, la Humanidad está salvada.
- ¡Uuuuyyyy! ¡Parece estar de moda el "fundamentalismo"! 
- ¡No estoy bromeando en absoluto! ¡No me simpatizas!
- Jajaja...

A punto de "Vomistar..."

   ¡Chata, absolutamente chata! Es la expresión más adecuada y "elegante" que puedo escribir a través de este medio, pues, la verdad es que ganas me dan de decir más de un garabato.
   Salí de palacio a las 9,35 y aún cuando en teoría me dije "tengo hasta las 12,30 horas aproximadamente para solucionar el problema de mi "baratito" celular" (¡la verdad, me costó un "ojo de la cara"), siendo las 11,10 ya estoy ....¡¡CHATA!!
   Por segunda vez me levanto de mi asiento (por suerte son cómodos los asientos, si no a esta hora tendría el trasero cuadrado; el equipamiento es parecido a un aeropuerto en pequeño, aunque sin aviones, jajaja) para ver dónde se metió el famoso Encargado de atender los aparatos Motorola, cuando al fin aparece. Se "perdió" aproximadamente por media hora, para ver si solucionaba el problema.
   Sucede que, desde el domingo, no había podido conectarme a internet a través de él (del celular, claro, no del encargado, jajaja). Fui el lunes a intentar que me resuelvan la dificultad y como esto requería mucho tiempo y conectarme a una red  wi-fi para "bajar" actualizaciones, debí volver a mi trabajo y dejar toda la tarde descargando aplicaciones, mientras trabajaba. Al volver a palacio, en la noche, ¡nothing! (¡Grrrr!).

     Ayer martes me levanté a primera hora y ya a las 9,30 estaba en el local de Movistar.  El Asesor me atiende prontamente, deja descargando lo que se necesita y va a atender a otros clientes, con los que se demora una eternidad. ¡Paciencia! Espero.
     Una vez que se digna acercarse a mí nuevamente, el celular sigue sin permitir conexión. Apaga, prende, revisa, prueba con la tablet, otro celular, todo sin resultados. Entonces, viene la gran solución: hay que FORMATEAR el equipo....
  ¡Plop!
- ¿Y eso...es muy grave, Principessa?

- Jajaja... No, para nada, aunque la dificultad es que toda la información que uno ha descargado en el equipo se borra junto con todas las aplicaciones. ¡Es como empezar de cero!
- ¡Hummm! ¡Ya me gustaría que me "formateen", jajaja!
    Lógicamente, le señalé que a mí me interesaba al menos respaldar las fotos, para lo cual serviría el pendrive que andaba trayendo. Sin embargo, el badulaque me contestó que no podía acceder a ningún PC (aclaro el significado de la sigla: Computador Personal, no Partido Comunista, jajaja) pues lo tenía prohibido, por lo cual  yo, en mi segunda visita a MOVISTAR,  debía volver a palacio sin el problema solucionado a realizar yo el formateo una vez que  respaldara mis fotos. Aún cuando me explicó cómo hacerlo, igualmente le hice saber mi molestia, educadamente, por supuesto,  así que ahí reaccionó y decidió "buscar" un Pc (antes de aquello, "no podía").
- Oye,  Princess...
- Dime
- Me gustaría conocer tus argumentos
- Jajaja . Te los transcribo y ahí tendrás claridad de mi actitud...
(Ufff, este tipo me tiene mareada y con dolor de cabeza. A pesar de masticar chicle como un poseso, se le nota que anoche estuvo de carrete bien regado, y ...¡eso que fue lunes! ¡Manera de comenzar la semana! Al comenzar la atención, hace casi dos horas, pensé que alguien que iba pasando iba con "aroma a copete". Miré para todos lados, pero no había nadie cerca, así que, pronto me convencí que era el jovencito aquel. No sé si se lo diré antes de irme...)
    Argumentos dignos de Demóstenes
Yo: ¿Sabe una cosa? No me parece que, después de venir una segunda  a este local, deba irme sin solución del problema. Voy a presentar un reclamo.
Asesor Motorola: Yo no tengo dificultad en formatearle el equipo pero, como ya le informé, se pierde toda la información y usted me dijo que quería respaldar sus fotos.
Yo: Cierto, pero yo le señalé también que tengo en pendrive para que usted pueda descargar las fotografías.
Asesor: No puedo hacer eso pues no me permiten usar Pcs...
Yo: ¡Muy bien! Entonces, dígame: si yo no logro solucionar el problema en mi casa, significa que deberé volver a esta oficina...¡Yo no tengo el tiempo suficiente para seguir viniendo acá!  Además, si contraté este servicio es porque lo necesito...¡Requiero una solución! ¡Estoy pagando un servicio!
Asesor: Pero ya le expliqué cómo hacerlo, no creo que tenga dificultades...
Yo: Puedo tenerlas pues yo no soy entendida en el tema, usted es el técnico, el experto...
Asesor: No soy técnico, soy "Asesor"...
Yo: Aunque sea así, entiende más que yo en esto.... (asesor "copeteado", jajaja).
    Después de esta entretenida justa argumentativa, el mareador Asesor me pidió el pendrive y fue a buscar un Pc (jajaja).
   Volvió, como ya dije, media hora después, con las fotos respaldadas pero aún sin formatear el equipo. Vuelta a esperar mientras el celular sincronizaba algo (no tengo idea que es ello). Intentó conectar y no le resultaba (como pueden ver, seguro que a mí no me habría  resultado en palacio), hasta que lo intentó con su teléfono y funcionó. Sin embargo, para dejar todo ok, debía volver a ingresar mi correo electrónico y , ahí, de nuevo ¡problemassss!
- ¿Por qué, amiga mía?
- ¡Porque puse mi  clave y...¡no eraaaa!
- ¡Jajaja! ¿Qué hiciste?
- Probé con otra y tampoco, jajaja...
   Finalmente, este gentleman me dejó todo listo para que en casa buscara mi clave y actualizara mi correo en aquel equipo...
   Cuando llegué a mi penhouse, en unos 15 minutos que me quedaban antes de preparar el almuerzo, intenté finalizar el proceso de  recuperación de mi conexión a internet, pero... nada de nada...¡La clave que tenía anotada no correspondía! (jajaja). Haciendo una operación casi militar, logré conectar a internet mi Pc, ingresé a mi correo, busqué  en configuración y procedí a cambiar mi contraseña "más mejor", porque la alternativa de recuperarla con ayuda del sistema, me la enviaba a un correo de hotmail, del que también había olvidado la clave...
   Al finalizar esta aventura (las únicas aventuras que ya me están  quedando a estas alturas, jajaja), he aprendido algo y tomado una decisión: anotar con fecha todas las contraseñas, en alguna libreta o agenda minúscula (claro que hay que mantener la libreta en alguna parte fácilmente ubicable, si no, luego el problema va a ser encontrar la agenda,  jajaja). Es cierto que ya tengo una, pero sin fechas, de manera que no sabía si era la última contraseña o no. Debo cambiar de agenda, eso sí, pues la semana pasada se me vertió parte del contenido de una taza de café sobre ella y no quedó muy presentable...¡Gajes del oficio!
  Sé que no es muy recomendable ANOTAR las claves, pero es que son ...¡MUCHAS! y la memoria no es infalible, menos en estos tiempos : claves para Redcompra, para revisar Banco por internet, para Facebook, para Gmail, Blog, SII, Previred, LAN, Busnorte, CPECH, más gmail Condominio, Alarma...
- ¡Basta! ¡No másssss!
  Lo único que espero que no lleguemos al extremo de tener una contraseña para iniciar la actividad diaria luego de levantarnos... o para respirar y seguir con vida... Ojalá no se le ocurra a nadie esa arma para una próxima guerra mundial...¡Amén!