jueves, 10 de noviembre de 2016

¿Una nueva forma de democracia?


 
El Mundo - ni Yo- ha quedado indiferente ante los resultados de la elección presidencial de Estados Unidos. Se transformó en tan mediática que era casi imposible no enterarse, entre otras razones, producto de los dichos de Trump, de las denuncias contra él y de sus propias denuncias, así como por el hecho de contemplar la postulación, con casi la seguridad de ser electa, de la Primera Mujer en dicho cargo. A lo anterior se agregaron las Encuestas, que llovían como hamburguesas (no he visto esa película, jajaja) cambiando las distancias de los resultados con una elasticidad sorprendente.
   Yo no estuve al margen del proceso. Últimamente  sintonizo todos los días las noticias de CNN en Español, debido a que los Noticieros chilenos han perdido mucha calidad y la minucia de doña Juanita  cobra similar o más importancia que un movimiento social, y estos últimos, ya no constituyen ninguna novedad, porque se han transformado en el pan de cada día...y más encima, añejo (jejeje). Así que hago zapping con respecto al tema noticioso, de manera que me mantuve completamente al día en lo que iba pasando durante la Campaña Electoral del país del Norte, y de la percepción de la gente en el ámbito internacional. Me llamó poderosamente la atención el alto compromiso de muchos famosos y de la familia presidencial vigente, así como la actividad de cada Candidato hasta el último momento, a diferencia de nuestro país. 
    Por tales razones, esperaba  casi con expectación la llegada del día y me planifiqué para seguir los resultados una vez llegara de mi trabajo, siendo las 20,30 horas. Así que, preparé mi once y me instalé frente al TV, cambiando de un canal a otro, para no perder la evolución de los cómputos. Y mis expectativas comenzaron a dar un vuelco, mientras miraba los curiosos "relojitos" del New York Times que aumentaban porcentual e inexorablemente las posibilidades de Trump. Y Vargas Llosa hijo, dale conque la Hillary seguía con posibilidades si ganaba este Estado y el otro. Yo miraba el mapa y veía prácticamente todo rojo. 
   No pude esperar el resultado, y siendo pasada la 1,30 horas me fui a acostar (debía trabajar al día siguiente). Mi sueño no fue para nada tranquilo, desperté varias veces. Hubiera pertenecido a alguno de los comandos, seguro que no me acuesto ni a cañones. Pasadas las 5 de la mañana, volví a despertar y revisé mi celular: ya había un ganador...no ganadora. 
   Comenzado el día, no sólo yo, sino todo el mundo estaba sorprendido. No pude dejar de acordarme lo que me había contestado un alumno el día anterior cuando, sabedora de su gusto por la Historia, le pregunté su opinión acerca del resultado. Me señaló que creía que iba a ganar H.Clinton, pero le gustaría que ganara Trump para que se dieran cuenta del tipo de Democracia que tenían, que permitía que individuos como él fueran candidatos. Me asombró su perspectiva y por eso, no dejé de pensar en aquello, luego de enterarme de los resultados. 
   Hay muchas explicaciones para los resultados y las seguirán habiendo. No me he dedicado a escucharlas todas ni a analizarlas; tampoco lo haré. Sin embargo, no deja de ser sintomático que una persona con el background de Trump se haya constituido en el "mejor" representante de una poderosa fuerza política en la potencia más grande de nuestro humilde planeta (jajaja), y que, finalmente, haya habido tanta gente que lo prefirió, a pesar de sus características altamente deleznables, y, desde el punto de vista moral, con tantos disvalores. 
  Ante esto, no queda más que concluir que la Democracia, así como ha ido evolucionando, no es el mejor sistema,  que está en crisis, porque el ser humano está en crisis. Que tal vez sea necesario volver a los tiempos en que los/las líderes competían entre sí, limpiamente, mientras que un Jurado elegía al mejor de los mejores, realmente. Pero regresar a  esto, por el momento, es una utopía. Tal vez estemos cerca y sea precisamente este futuro Mandatario, quien, con sus acciones al interior del país y con los demás, obligue  a la Humanidad a enmendar el rumbo. Algunos dirán que su agresividad  fue una muy inteligente estrategia y que ya en la Casa Blanca, morigerará su actitud. Es probable. Pero eso no quita  inferir que quien utiliza estrategias "sucias" para lograr sus objetivos, no es confiable en absoluto, ya sea persona natural o jurídica. Tampoco  caeremos en la actitud maniqueísta de decir que la Candidata es una extraordinaria persona y que "jugó" limpio, al contrario de su contendor. Sabemos que no fue así, también respondió golpes bajos y dio unos cuantos también, pero, sin duda, quien llevó el estandarte del odio, fue él...y los que lo apoyaron. 
   Ahora, desde la distancia, sólo nos queda observar, analizar, opinar y, tal vez, juntar mucha agua ...y cavar un hoyo (jajaja). ¡Por siaca, digo yo!
   
  

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